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El párroco de San Pedro halla al vicario fallecido en el interior del templo

La Policía Nacional descarta que se trate de un homicidio.

el 08 jul 2013 / 23:12 h.

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El párroco de la iglesia de San Pedro, Jesús Maya, encontró fallecido en el interior del céntrico templo al vicario parroquial, Luis Miguel Gómez Urbina –o don Luis, como lo conocían los feligreses en el barrio–, según confirmó el Arzobispado hispalense. El suceso tuvo lugar por la tarde, cuando Maya se disponía a abrir la iglesia a los fieles para dar la misa diaria. Nada más hallar el cadáver, el párroco llamó a la Policía Nacional para que se hiciese cargo de la situación, informaron las mismas fuentes. La Policía Científica y la de Homicidios se personaron en el lugar de los hechos, donde descartaron que se tratara de una muerte violenta. Fuentes de la Policía Nacional apuntaron a que el religioso se habría quitado la vida en el interior del templo. Gómez Urbina nació el 21 de diciembre de 1957 en Pilas y estaba destinado a la parroquia de San Pedro desde 2006, según informa la Parroquia Santa María de la Asunción de Mairena del Alcor en su página web, ya que el sacerdote fue coadjutor en esa misma parroquia. Desde principios de mes también era vicario de San Andrés y San Martín, un oficio que compartía con Carlos Morón del Valle, también coadjutor de todas ellas. La vocación sacerdotal le llegó con 19 años cuando, realizado el Bachillerato, se trasladadó desde su Pilas natal hasta la capital sevillana para comenzar la Licenciatura de Geografía e Historia y el curso introductorio del Seminario de Sevilla, donde se formó hasta los 25 años, residiendo como seminarista en el centro instalado entonces en el Palacio de San Telmo, hoy sede de la Presidencia de la Junta de Andalucía. Fue ordenado sacerdote el 8 de diciembre de 1983 y tras su primer destino en Mairena del Alcor, el 1 de septiembre de 2006 pasó a la parroquia de San Pedro de la capital, una etapa nueva que en su despedida a los feligreses maireneros dijo afrontar “con mucha ilusión y con el deseo de servir”. Además de su labor sacerdotal, ejerció la docencia en el instituto Velázquez, donde durante un tiempo colaboró con la revista del centro, La fragua, concretamente en el equipo de fotografía. La noticia de su muerte conmocionó ayer al barrio. Muchos de los viandantes que a media tarde pasaban por esta zona céntrica se paraban ante el despliegue de coches policiales en los alrededores de la iglesia, y mostraban su pesar al conocer el fallecimiento de don Luis, como se le conocía. La Policía Científica recogió muestras durante horas, hasta la llegada del juez para el levantamiento del cadáver, al que se practicará la autopsia en el Instituto Anatómico Forense.

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