El pleno extraordinario del Ayuntamiento de Málaga aprobó ayer provisionalmente, con los votos del PP en solitario, el PGOU de Málaga, que ahora tendrá que ser ratificado por la Junta. Es la primera vez que el plan urbanístico no obtiene el consenso de todos los grupos municipales.
PSOE e IU justificaron su voto en contra por considerar que no se ha tenido en cuenta a la ciudadanía y que el Gobierno municipal del PP no ha querido debate. Precisamente, la fecha de celebración del pleno -la víspera del inicio de la Feria y en periodo estival- generó controversia, aunque fue defendida ayer por el alcalde, Francisco de la Torre. El regidor aseguró que se ha celebrado cuando se han terminado los trabajos del PGOU y que el plan cuenta con el apoyo de los colectivos que han alegado.
"El pleno es suficiente para debatir, ya que el plan no se acaba aquí", comentó De la Torre en rueda de prensa, y anunció que la aprobación total se producirá en "algo menos de un año", si se aceptan los informes sectoriales y medioambientales, y lo ratifica la Junta de Andalucía.
Oscurantismo . Por su parte, el portavoz municipal del PSOE, Rafael Fuentes, criticó durante su intervención en el pleno la falta de transparencia en el debate y calificó el plan del "más oscuro y opaco que puede tener Málaga". Recordó que el documento definitivo -de 12.000 folios y 800 planos- fue recibido por la oposición el 8 de agosto y se ha tenido que informar "a través de los medios".
Rechazado también por IU, su portavoz municipal, Pedro Moreno Brenes, dijo no renunciar a la movilidad social y política contra el PGOU y para que al menos "cumpla con los mínimos". Tanto el PSOE como IU denunciaron que los convenios firmados por el consistorio para no benefician a los habitantes.
Ambos partidos denunciaron que no se apueste por las zonas verdes en el centro de la ciudad, que se desarrollen actuaciones residenciales en barrios ya masificados o que no se ubique el centro económico a las afueras.
El nuevo PGOU prevé la construcción de 36.225 nuevas viviendas, de las cuales 12.911 serán VPO (el 36% del total) y que se unirán a las que todavía quedan por desarrollar del plan de 1997, con lo que la cifra ascenderá a 70.116 viviendas (20.943 de ellas de VPO). Esta cifra no supone una reducción con respecto a la previsión que la Junta de Andalucía ya consideró desproporcionada en su informe de incidencia territorial.
El plan incluye la urbanización de una parte de la zona de Arraijanal (la última frente al mar que queda sin urbanizar y que Medio Ambiente quiere preservar) y que se construya sobre la Ronda Este, con viviendas y espacio para equipamientos, en el que se podría levantar un tercer hospital, un centro deportivo o universitario.
Se mantienen los proyectos de los edificios en altura de las zonas de la Térmica, Martiricos -los últimos suelos industriales de la ciudad que serán convertidos en residenciales-y San Rafael, y se prevé la construcción de un nuevo intercambiador modal bajo la explanada de la estación de Renfe, la creación de 14 itinerarios de carril-bici, y el aumento de los carriles para autobuses.
