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El plan del Vacie se afianza con pisos de realojo y mejoras en las chabolas

La Junta va a adquirir cuatro nuevas viviendas para realojar a las familias del Vacie capaces de convivir de forma normalizada, y entregará a los chabolistas "tablas y chapas" para mejorar entretanto sus condiciones de vida. El plan avanza en lo educativo, pero el elevadísimo desempleo lastra sus resultados.

el 16 sep 2009 / 01:20 h.

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La Junta se comprometió a ceder al Consistorio 34 casas dentro del plan de erradicación del Vacie, un horizonte aún lejano porque antes del traslado se trabajará con cada familia para garantizar que no causará problemas en el barrio de destino, donde la supervisión continuará. Tras adquirir las cinco primeras casas hace meses, la Junta se hará ahora con otras cuatro, puede que casas unifamiliares, según adelantó ayer la delegada municipal de Bienestar Social, Emilia Barroso, en las I Jornadas de Reflexión sobre El Vacie.

"¿Y adónde nos van a llevar, a barrios de gitanos o a la sociedad?", preguntó el vecino Domingo Suárez. "No se trata de reproducir la situación, sino de distribuir por toda la ciudad", respondió la delegada. "Será en zonas que no estén saturadas", explicó, porque es conveniente para la ciudad y para los chabolistas.

La Junta firmó el año pasado un convenio por casi 3,5 millones de euros, la mayoría para comprar 34 casas e iniciar el realojo de las 70 familias que lo han pedido, cuando haya garantías de que sabrán convivir en comunidad.

Las altas cifras de escolarización alcanzadas en los últimos años -98% en infantil y primaria y más del 80% en secundaria, según la ONG Movimiento por la Paz, que lucha ahora contra el absentismo- son la mejor forma de encauzar a los más pequeños hacia hábitos que faciliten esa convivencia, como la higiene y la aceptación de normas y horarios, y suponen un alejamiento del ambiente delictivo de algunas zonas del asentamiento que los críos pueden llegar a ver como normal.

Del otro lado, las enormes dificultades para encontrar trabajo de los adultos, casi todos analfabetos, se alza como un muro difícil de saltar: el 70% de la población activa son parados de larga duración y los menores de 25 años nunca han tenido un contrato regular. A eso se suma que el 92% del millar de vecinos está bajo el umbral de la pobreza severa. Por eso en las jornadas se solicitaban ayer planes de empleo específicos adaptados a un perfil tan bajo.

Como el camino será largo, se está adecentando el lugar: se han construido siete isletas con pilas para lavar, duchas y aseos -las chabolas carecían de agua corriente- y se repartirá a los vecinos materiales para arreglar sus casas. "¿Quién lo va a arreglar, nosotros o vosotros?", insistió Domingo. "Los propios vecinos pidieron tablas y chapas para arreglar los techos y los propios vecinos lo harán", contestó la delegada.

La implicación de los chabolistas en su proceso de inclusión social, recuerdan con insistencia los documentos técnicos sobre la erradicación del Vacie, es imprescindible para que los programas educativos, formativos, laborales, sociales y sanitarios funcionen. A cambio, el Consistorio trata de mejorar el entorno: ahora adecentará el parque colindante y lo vallará, "para que los vecinos puedan disfrutarlo", explicó la concejal.

El alcalde, Alfredo Sánchez Monteseirín, que inauguró las jornadas, admitió ayer el "fracaso" que hasta ahora han sufrido los planes para El Vacie, donde los realojos no suponían una disminución de la población porque no dejaba de llegar gente nueva, convirtiéndose en "una lacra de décadas que hemos intentado erradicar, pero ese resultado está lejos de conseguirse". Por eso recordó la obligación moral de esforzarse más: "El Vacie pone a prueba nuestros propios valores, porque choca con el modelo de ciudad y de sociedad que intentamos poner en marcha", aseveró. Para que por fin funcione, dio una fórmula: "Trabajar mucho y lucirse poco".

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