Escasos metros separan al Polígono Sur, una zona deprimida desde décadas, de barriadas como El Cerro del Águila o Bami. Pese a esta corta distancia física, su integración con otros barrios aún no es posible debido a las barreras de ladrillo y cemento que se mantienen en pie. Ayer, los vecinos aprovecharon la celebración del Día de la Esperanza para reivindicar el derribo de estos muros, que les condenan a seguir aislados del resto de la ciudad.
Bajo el lema Derribando muros, aunando barrios, la Plataforma Nosotros también Somos Sevilla organizó al mediodía la sexta edición delDía de la Esperanza. Hasta el escenario elegido -las pistas deportivas de la barriada Antonio Machado, justo frente al muro que delimita la línea férrea con Bami-, incidía en esta demanda: "Pedimos que se derriben de una vez muros como los de Hytasa y Bami, y que se trabaje por que el Polígono Sur tenga una mayor accesibilidad, así como fomentar el uso del parque Guadaíra con equipamientos de ciudad como centros cívicos o polideportivos...", defendía Trinidad Díaz, portavoz de la entidad organizadora, que aglutina a la mayoría de los colectivos asociativos del barrio. Muchos de ellos estaban representados en los expositores habilitados, desde los que difundían su actividad mediante folletos, fotos y otros productos artesanos.
La cita sirvió una vez más para mostrar la cara más luchadora y comprometida de una zona degradada en la que el Comisionado para el Polígono Sur viene trabajando por la integración y normalización de sus vecinos. Y algunos frutos se vieron sobre el escenario, por el que desfilaron las quejas de las principales asociaciones entre los cantes y bailes de un coro nacido en el barrio. Por un día, por unas horas, el Polígono Sur se sacudió el sambenito de la conflictividad.
