El Partido Popular abrirá en febrero el nuevo curso político en el Congreso con una ofensiva parlamentaria sobre el supuesto chivatazo a ETA en mayo de 2006, conocido como caso Faisán, según anunció ayer su portavoz en la Cámara Baja, Soraya Sáenz de Santamaría.
Tras participar en la Diputación Permanente del Congreso -que sustituye al pleno de la Cámara en periodos inhábiles-, Sáenz de Santamaría avanzó que el PP centrará la primera sesión de control al Gobierno de este año, el próximo 10 de febrero, en el caso Faisán.
El Gobierno "no va a poder servirse ni de sus votos ni de los apoyos que pueda pactar a cambio de otras cosas para evitar dar explicaciones", avisó la portavoz popular, quien hizo hincapié en que el PP "no va a dejar pasar" este asunto y "va a exigir esas explicaciones".
Según dijo, si el PP no pidió ayer en la Diputación Permanente la comparecencia del ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, fue porque tenían la "seguridad" de que su solicitud no iba a ser apoyada por la mayoría de grupos.
Y no deseaba el principal partido de la oposición que una situación así hubiera servido de pretexto a Rubalcaba para pensar que "está exculpado de cualquier tipo de responsabilidad en este sentido".
Por su parte, el portavoz del Grupo Socialista en el Congreso, José Antonio Alonso, recordó, que este asunto está en los tribunales y que cuando la actuación judicial concluya Rubalcaba informará.
