Miles de personas se manifestaron ayer en Madrid, con destacados dirigentes del PP, para defender el derecho a la vida de los no nacidos y protestar contra la reforma de la Ley del Aborto promovida por el Gobierno.
Según la Comunidad de Madrid, la marcha reunió a 1,2 millones de personas; los organizadores elevaron dicha cifra a dos millones de personas (la Delegación del Gobierno de Madrid no dio datos), lo que la convierte, según Benigno Blanco, presidente del Foro de la Familia, en una de las grandes movilizaciones de la democracia. Por su parte, fuentes policiales cifraron en 250.000 las personas que acudieron a la protesta.
Con el lema Cada vida importa, que encabezaba la movilización, los manifestantes dejaron patente su oposición a una reforma legislativa que establece el aborto libre hasta la semana 14 y que sitúa en 16 años la mayoría de edad para decidir sobre la interrupción voluntaria del embarazo. La manifestación transcurrió en un ambiente festivo decorado por numerosos globos de colores y banderas de España y otras con el lema de la movilización. Durante la misma destacó la presencia de miles de familias completas y numerosos niños que se situaron en el escenario central, en recuerdo de todos los abortos practicados en España desde que se aprobó la ley del aborto. Proclamas como "hijos sí, aborto no"; "vive y deja vivir", "luego diréis que somos cinco o seis" o "Bibiana ignorante, la vida es importante" se sucedieron durante el trayecto, donde en algunas ocasiones se repitió la frase: "Zapatero, dimisión".
42 convocantes. Tras la pancarta de cabecera, portada por representantes de las principales organizaciones sociales convocantes de la reivindicación (La CONCAPA, el Foro de la Familia o Hazte Oír), marchó la desplegada por la plataforma Mujeres por la Vida, acompañada por Isabel Sebastián, Cristina López Schlichting, Isabel Durán, Covadonga O'sea y María Vallejo Najera, entre otras. Al acto, convocado por 42 asociaciones civiles, se desplazaron miles de ciudadanos de toda España en diversos medios de transporte, entre ellos unos seiscientos autobuses fletados desde numerosas ciudades, además de trenes, aviones y coches particulares.
Aunque entre los convocantes no estaba ningún partido político, a la manifestación se sumaron numerosos dirigentes del PP, entre ellos el ex presidente del Gobierno José María Aznar; la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre; la secretaria general del partido, María Dolores de Cospedal; el eurodiputado Mayor Oreja, o la vicesecretaria de Organización y Electoral del PP, Ana Mato.
Durante la protesta, Aznar mostró su rechazo a una reforma que "pasa todos los límites"; Cospedal arremetió contra el presidente del Gobierno por intentar "dividir" a la sociedad con una iniciativa que no figuraba en su programa electoral, y Aguirre insistió en la trascendencia de que una niña que no puede comprar tabaco o tomar una cerveza pueda abortar sin permiso. Por su parte, la ministra de Igualdad, Bibiana Aído, recordó desde Barcelona al PP que no hizo nada sobre el aborto en los ocho años que gobernó, pese a que en ese período tuvieron lugar más de medio millón de interrupciones del embarazo.
Al final del recorrido, en la céntrica Puerta de Alcalá, se sucedieron los testimonios de representantes de organizaciones internacionales que apoyaron la manifestación, de mujeres que han abortado, se dio lectura al manifiesto elaborado por la plataforma de Mujeres contra el Aborto, e intervino el actor y productor mexicano Eduardo Verástegui para destacar el papel que los hombres deben asumir ante el aborto.
minuto de silencio. Los asistentes también guardaron un minuto de silencio mientras se llevaba a cabo un acto en recuerdo de las víctimas del aborto y sonaba la música de un violonchelo, si bien durante toda la manifestación se escuchó música pop que fue bailada y coreada por los asistentes. El portavoz del Foro de la Familia insistió en la necesidad de apoyar a las mujeres para que ninguna tenga que verse abocada al drama del aborto, y aseguró que todos los asistentes al acto tenían que asumir "un compromiso personal y colectivo de lucha por la vida y la mujer".
Por último, Verástegui quiso hacer un llamamiento a "los hombres valientes", a aquellos que "quieren asumir las consecuencias de sus actos" y a los que "no se resignan a que un Parlamento decida sobre la vida y muerte de sus hijos".
