Rajoy no llevará el trasvase del Ebro en su programa electoral. En la batalla interna en el PP a costa del agua, Javier Arenas ha quedado en evidencia. El líder del partido en Andalucía ha defendido hasta la saciedad este traspaso e, incluso, ha prometido exigirlo al Gobierno central si gana el 9-M.
Después de los enfrentamientos entre los dirigentes del PP de Murcia y Valencia con los de Cataluña y Aragón, la dirección nacional del partido ha decidido zanjar el asunto. Según adelantó la Cadena SER, el trasvase del Ebro no irá en el programa de Mariano Rajoy. Los perdedores de esta pugna son, por tanto, los líderes populares de la España seca. Ayer, el presidente valenciano, Francisco Camps, parecía no darse por aludido. "Con el PSOE y con Zapatero no hay agua para nadie y con el PP y Rajoy habrá para todos", dijo. Pero, además, esta solución ha puesto en un aprieto a Javier Arenas, que lleva meses abanderando el trasvase, derogado por el Ejecutivo de Zapatero.
El candidato del PP a la Junta sostiene en su programa que la cancelación de esta transferencia "ha supuesto que Almería siga sin recibir los 95 hectómetros cúbicos que necesita, mientras el Ebro tira al mar 7.000 hectómetros al año". Y promete exigir al Gobierno que lo restituya. Arenas, que se presenta a las elecciones autonómicas por Almería, se ha volcado en reclamar agua para esta provincia. De ahí que no vea con buenos ojos el trasvase de la desaladora de Carboneras a Barcelona hasta que los socialistas no cumplan sus compromisos con la provincia.
Esta última polémica ha enfrentado a socialistas y populares en precampaña. Arenas calificó ayer de "cinismo extraordinario" que Chaves apoye la cesión de agua a Cataluña y no busque remedios para la sequía de Almería. Además, le recordó que, como presidente de la Junta, "aplaudió con su presencia la colocación de la primera piedra del trasvase del Ebro a Almería".
El presidente de la Junta, por su parte, criticó que el trasvase del Ebro era un proyecto "irrealizable" y "megalómano"; de ahí "la división del Partido Popular" en este aspecto. Chaves argumentó que este proyecto necesitaba una "financiación desorbitante" y que, con todos los problemas medioambientales que conllevaba, se iba a encontrar con la "prohibición de la Unión Europea". Además, explicó que en la previsión inicial solamente estaban consignados 93 hectómetros cúbicos para Almería, y con las desaladoras construidas y las que hay en ejecución "ya hemos superado los 200 hectómetros cúbicos para esta provincia", aseguró.
Segundo apuro. En esta semana, los dirigentes nacionales ya han dejado dos veces a Arenas en una situación comprometida. La decisión de Rajoy sobre el Ebro se suma a las reiteradas declaraciones del fichaje económico del PP, Manuel Pizarro, que defiende la publicación de las balanzas fiscales e insiste en decir que Andalucía es la región "más subsidiada". La primera vez que Pizarro soltó esa perla, el líder del PP-A intentó matizar sus palabras. La segunda, eludió pronunciarse sobre el asunto.
