El 17 de marzo de 2003, el entonces portavoz del PP, Jaime Raynaud, presentó ante el Ayuntamiento una sugerencia al avance del PGOU en la que proponía la construcción de un edificio administrativo o cultural justo en el solar donde se levanta la biblioteca de la Hispalense en el Prado, un proyecto criticado por los populares y paralizado por el TSJA.
El Partido Popular ha defendido por activa y por pasiva que la ubicación de la biblioteca central de la Universidad de Sevilla, en los jardines del Prado, no era la adecuada, de ahí que haya aplaudido la decisión del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) de paralizar "de forma inmediata" las obras. Sin embargo, hace ahora seis años, el PP pidió que se incluyese en el Plan General de Ordenación Urbanística (PGOU) la construcción de un edificio en la cabecera oriental del parque, en el mismo sitio donde la Hispalense pretende levantar el proyecto de la arquitecta Zaha Hadid.
"Defendemos la hipótesis de posibilitar la construcción de un edificio singular administrativo (Ayuntamiento del siglo XXI) o cultural, que presida los Jardines en su cabecera oriental, en contraposición a la cabecera occidental, que queda perfectamente configurada por la Antigua Fábrica de Tabacos", señala la sugerencia número cinco del capítulo de Vivienda, Universidades, Proyectos Singulares, Potaus, Gestión y Participación Ciudadana de las sugerencias del PP al avance del nuevo PGOU. Además, la propuesta añade que "el cierre de la cabecera oriental incrementaría el nivel urbano de los actuales jardines". Dichas sugerencias se presentaron en el Consistorio el 17 de marzo de 2003, firmadas por el entonces portavoz de los populares en el Ayuntamiento, Jaime Raynaud.
Además, la ficha incluye varios mapas en los que se señala qué suelos deben ser usados como espacios libres y equipamientos. La parcela en la que hoy se construye la biblioteca, cuestionada por los tribunales tras la denuncia de los vecinos de Diego de Riaño, viene señalada, precisamente, como equipamiento. Sin embargo, el portavoz del PP, Juan Ignacio Zoido, incluso tildó de "temerario" el "empeño" de la Universidad por edificar en ese lugar.
Además, el PP propuso hacer, en el sector norte del Prado (delante de la estación de autobuses), un edificio judicial que "se completará en planta baja con la estación de autobuses metropolitanos y de metro, además de aparcamientos". Éste es el lugar donde se proyectó el edificio de Moneo, que cayó en saco roto. Para el PP, el Prado debía ser un intercambiador de transportes con zona comercial subterránea.
«Por cada biblioteca que nos boicoteen, haremos dos»
Monteseirín lanzó ayer dardos envenenados contra quienes se oponen a la biblioteca que la Universidad de Sevilla construye en el Prado: "Por cada biblioteca que nos boicoteen, haremos dos", "no vamos a permitir que se quemen, administrativamente hablando, más bibliotecas", aseveró pese a que la orden de parar la obra es del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA).
El alcalde incluso atribuyó "mala conciencia" a quienes "por intereses particulares impiden que se genere empleo", en alusión a los vecinos de Diego de Riaño que llevaron ante los tribunales la construcción del edificio diseñado por la arquitecta iraquí Zaha Hadid. No obstante, quien ha ordenado paralizar el proyecto "de inmediato" es la Sección Segunda de la sala de lo Contencioso Administrativo del TSJA. De hecho, Alfredo Sánchez Monteseirín ya comentó que "respeta", aunque no "comparte", dicha resolución judicial. Sin mencionar ni a los vecinos ni a los magistrados, el primer edil aprovechó un acto para presentar la obra de una nueva biblioteca para defender que pueden "convivir" un centro como ese con un parque o una zona peatonal. "Es compatible", apostilló.
No obstante, lo cierto es que será el Tribunal Supremo el que aclare si la biblioteca central de la Hispalense se puede levantar o no en el Prado, un proyecto incluido en el PGOU que cuenta con el rechazo del Alto Tribunal andaluz.
Por otro lado, el alcalde hispalense informó de los pormenores de la obra de la nueva biblioteca en el paseo de Juan Carlos I, junto a la pasarela que une la Cartuja con Torneo. Se abrirá en la primavera del próximo año y costará cuatro millones de euros, que pagará el Estado con el Plan 8.000. Dará servicio a 100.000 vecinos.
