La Alameda lleva camino de ser un espacio de quita y pon. Primero, el Ayuntamiento decidió retirar los bancos cercanos al parque infantil situado al norte del bulevar para evitar que se convirtieran en zona de botellón y que los vecinos tuvieran problemas de ruido. Ahora, tras las quejas del AMPA del colegio público Huerta de Santa Marina, responsables del Distrito les han comunicado que la semana que viene les propondrán una alternativa en la que se incluye la instalación, otra vez, de los discutidos asientos.
Al comprobar que los bancos se habían retirado, el AMPA elevó una queja formal al Ayuntamiento en la que pedían la reposición del mobiliario. Ayer, se reunieron con el Distrito, que llevaba una solución bajo el brazo: volver a colocar los bancos pero en un número menor y otra zona del parque. "Nosotros no estábamos de acuerdo", explicó ayer Soraya Salas, portavoz de la Asociación de Padres. "Si se han retirado para evitar el ruido, creemos que la solución no es trasladarlos cuatro metros y tampoco queremos que haya menos bancos, sino más".
Ante la oposición de los padres, la próxima semana y tras consultar a los técnicos de urbanismo, mantendrán otra reunión en la que el consistorio planteará una nueva alternativa para la colocación de los bancos.
Los vecinos de la zona mantienen, por su parte, la postura opuesta a los padres. De hecho, además de aplaudir la decisión del Ayuntamiento de retirar los bancos, ayer pidieron que se traslade también el parque infantil al solar situado frente al centro cívico Las Sirenas "donde no hay viviendas".
Salas se mostró sorprendida por esta petición: "No veo la relación del parque infantil con el problema del ruido y del descanso. El barrio debe ser humano y los niños no son una molestia". El AMPA mantiene la convocatoria de una protesta contra la retirada del mobiliario para mañana jueves.
