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El PP se le va de las manos a Rajoy

Mariano Rajoy vivió su particular jueves negro, una jornada en la que se sucedieron en cascada las malas noticias para él y en la que el núcleo duro del PP volvió a cuestionar su gestión del partido. El líder contraatacó subrayando que el partido está con él: "A la mayoría del PP no le voy a fallar". Foto: EFE.

el 15 sep 2009 / 05:15 h.

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Mariano Rajoy vivió ayer su particular jueves negro, una jornada en la que se sucedieron en cascada las malas noticias para él y en la que el núcleo duro del PP volvió a cuestionar su gestión del partido. El líder contraatacó subrayando que el partido está con él: "A la mayoría del PP no le voy a fallar".

Los tambores llamando a la guerra fraticida se oyen cada vez con más fuerza en el PP. La jornada de ayer fue particularmente dura para Mariano Rajoy, que recibió ataques directísimos a la línea de flotación del proyecto que lidera con el mismo argumento de fondo: está cambiando las esencias del partido, descafeinándolo. Por ello, la líder del PP vasco María San Gil, reiteró ayer que se va, y por eso otro de los símbolos populares, el ex funcionario de Prisiones José Ortega Lara, también se va. Y por eso ayer el ex presidente del Gobierno José María Aznar rompió su silencio por segunda vez para decir que está "profundamente disgustado".

Y no fue el único: "algo se está haciendo no mal, sino muy mal en la dirección nacional del PP", aseguró la presidenta de Madrid, Esperanza Aguirre, en una declaración sin preguntas ante los periodistas tras conocer las dos "muy malas noticias" de la marcha de San Gil y Ortega Lara.

La espantada del partido de Ortega Lara, víctima del secuestro más largo de ETA, ha dejado al PP sin otro de sus símbolos en la lucha contra el terrorismo y ha despertado nuevas voces críticas con la gestión que se está realizando desde la dirección nacional que lidera Rajoy. Fuentes cercanas a Aznar informaron de que el ex jefe del Ejecutivo ha enviado a Ortega Lara y a San Gil sendos mensajes para mostrarles su "apoyo y afecto personal".

La delicada situación se hizo aún más evidente cuando dirigentes populares de diferentes agrupaciones de Madrid avisaron de que se está produciendo una "avalancha" de bajas provocadas por la crisis en el partido y por la "falta de liderazgo" de Rajoy. "Mucha gente está acercándose a la sede y llamando por teléfono para pedir información de lo que está pasando y para pedir la baja en el partido", dijeron fuentes del distrito de Salamanca.

Voces. La sensación de que la fractura es cada vez más fuerte entre dos concepciones del partido la reforzaron voces autorizadas en el PP como la de Ana Botella (que eludió aclarar si se fía de Rajoy) y el diputado y portavoz de Exteriores del PP en el Congreso, Gustavo de Arístegui, quien reiteró que el partido se encuentra "más débil" e insistió en que la dirección actúa con "una equivocación en la forma y en el fondo". Pero lo peor para Rajoy es que ayer por primera vez se empezó a hablar abiertamente de que su presencia como líder puede no ser imprescindible.

El miembro de la dirección de Unión, Progreso y Democracia (UPyD) Mikel Buesa considera que el presidente del PP "se ha equivocado y debería irse", mientras que el presidente del PP en el madrileño distrito de Chamberí, Ismael Bardisa, pidió al líder nacional de su formación que "dimita" de su cargo y alegó que es necesaria una candidatura alternativa liderada por la presidenta madrileña, Esperanza Aguirre.

Por su parte, Mariano Rajoy, esperó a que se calmaran las aguas y no habló hasta última hora de la tarde y lo hizo para garantizar a quienes tienen "incertidumbres o dudas" que él no ha cambiado, que tiene claros los principios y que el partido saldrá "adelante" y no fallará a sus votantes.

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