Y van tres. El líder del PP-A, Javier Arenas, ya anunció el primer día que su nombre salió a cuenta de unas cartas de El Bigotes que todo aquel que le vinculase a él o al PP andaluz con Gürtel sería llevado ante el juez.
Primero fue el secretario de Comunicación del PSOE-A, Miguel Ángel Vázquez, el advertido, y el viernes el equipo jurídico estudiaba la posibilidad de ir contra el secretario de Estado de Cooperación, Gaspar Zarrías, por decir que "el próximo congreso del PP lo van a hacer en Alcalá Meco" y que "no se puede olvidar que algún alto dirigente del PP de Andalucía ha sido secretario general del PP en los tiempos en que estos señores campaban por sus respetos". Ayer, en un acto con ediles de Hacienda en Marbella -en el que participó el propio Arenas y Cristóbal Montoro-, el presidente del PP de Málaga, Elías Bendodo, anunció una querella por injurias y calumnias contra el secretario de Organización del PSOE malagueño, Francisco Conejo, tras insinuar que podría existir una vinculación entre el caso Gürtel y donaciones realizadas al Ayuntamiento de Alhaurín el Grande por empresas investigadas en la trama.
"El PSOE tiene el problema de que el ladrón piensa que todos son de su misma condición", según Bendodo.
En el acto, Javier Arenas anunció que reclamará en el Parlamento una comisión de investigación que "analice a fondo el entramado" de las empresas públicas. Un informe de la Cámara de Cuentas detectó contrataciones irregulares en Sandetel, Sadesi y Citandalucía.
