Economía

El presidente se declara 'muy decepcionado' pero promete perseverar

El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, se declaró "muy decepcionado" por el rechazo del plan de rescate financiero en la Cámara de Representantes pero indicó que "seguiremos adelante" para tratar de salvarlo.

el 15 sep 2009 / 15:59 h.

El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, se declaró "muy decepcionado" por el rechazo del plan de rescate financiero en la Cámara de Representantes pero indicó que "seguiremos adelante" para tratar de salvarlo.

En unas breves declaraciones junto al presidente de Ucrania, Víktor Yúschenko, Bush afirmó que hoy mismo se reunirá con su equipo económico para determinar cuáles son los próximos pasos a seguir.

Asimismo, indicó, también se reunirá con los líderes del Congreso para determinar "el camino adelante".

No obstante, insistió, "atajaremos la situación económica de frente" para afrontar una crisis financiera que se presenta como la más grave desde la Gran Depresión.

Previamente, el portavoz de la Casa Blanca Tony Fratto afirmó que "no cabe duda de que el país atraviesa una crisis difícil que hay que atajar".

La Casa Blanca había expresado hoy su confianza en que la Cámara de Representantes aprobaría la Ley de Estabilización Financiera, que da al Tesoro hasta 700.000 millones de dólares para rescatar a la industria financiera de la crisis.

Hasta muy poco antes de que comenzara la votación, Bush se mantuvo al teléfono para presionar a distintos legisladores de la necesidad de aprobar el proyecto de ley, sin el cual la Casa Blanca ha advertido que la economía del país podría padecer consecuencias gravísimas.

Sin embargo, los representantes derrotaron el proyecto final por 205 votos a favor y 228 en contra, lo que causó que los índices se desplomen en la Bolsa de Nueva York y en el resto de mercados internacionales.

En una declaración a primera hora de la mañana, Bush urgió al Congreso a dar su visto bueno al paquete, que impediría, en su opinión, que la crisis se extienda a toda la economía del país.

"El Congreso debe enviar una señal firme a los mercados" aprobando el proyecto cuyo costo se calcula en unos 700.000 millones de dólares, dijo Bush.

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