¿Esperaba un resultado tan holgado? ¿Cómo lo interpreta?
-Esperaba ganar, pero confieso que el resultado supera mis expectativas. El fuerte respaldo del Claustro me produce una enorme satisfacción pero también una intensa responsabilidad.
-La opinión del Claustro ha sido clara, pero todavía hay un runrún de voces críticas con la elección a rector por el Claustro y no por sufragio universal.
-Estamos todavía en los ecos del sano debate electoral. La comunidad universitaria ha dado muestras de una madurez fuerte. Ahora lo que toca es gobernar, con normalidad e ilusión. Hay temas tan importantes como la adaptación de las titulaciones, que estoy convencido de que serán los que terminarán centrando el debate.
-¿Cree que la discusión sobre si hay que volver o no al sufragio universal se repetirá dentro de un año cuando haya elecciones a Claustro?
-Habrá voces que la pondrán encima de la mesa y la comunidad universitaria la resolverá. Los Estatutos siempre pueden ser reformados, y de acuerdo con la ley caben las dos opciones. Todo es revisable, pero el rector no lo va a impulsar. Ya me he expresado en este sentido diciendo que la Universidad necesita estabilidad normativa. Queremos trabajar en otras cosas.
-La campaña ha sido de baja intensidad pero, ¿cómo valora las declaraciones de Leyva en las que dijo que el resultado era legal pero no reflejaba la Universidad?
-La campaña ha sido de alta intensidad, pero con un formato distinto porque así lo ha decidido la Universidad. El debate académico no es necesariamente el debate mediático.
-Pero no me ha valorado las declaraciones de Leyva...
-Ha sido una campaña dentro de la cortesía académica y yo quiero mantenerme en ese tono.
-¿Le molesta que lo tachen de continuista?
-No, no me molesta. Cada uno puede ponerme las etiquetas que quiera. La comunidad universitaria cada vez me conoce más porque sabe qué es lo que pienso.
-Entrando en asuntos concretos de futuro, ¿cuáles son las medidas que impulsará para la adaptación de las carreras?
-El primer paso es definir el mapa de titulaciones de Andalucía para que sea de primer nivel.
-¿Qué es irrenunciable para la Universidad de Sevilla en ese mapa de titulaciones?
-La oferta académica consolidada en la Hispalense está claro que tendrá que tener una continuidad en el nuevo mapa.
-Las Humanidades son una oferta consolidada y, sin embargo, la demanda cae. ¿Habrá que negociar reducciones en las Humanidades?
-Insisto, no se trata en estos momentos de hablar de renuncias. Las Humanidades han jugado un papel central y lo van a seguir jugando. En caso de que estuvieran en peligro, que lo dudo, yo haría una defensa de primera magnitud. Habrá que aprovechar esta oportunidad para hacer la oferta lo más atractiva posible.
-El foco mediático se ha puesto sobre las Humanidades, pero la adaptación tampoco está clara en el caso de las ingenierías.
-No están todas las reglas del juego marcadas, sobre todo en lo referente a las competencias profesionales. En cualquier caso la demanda de estas carreras las pone en una situación diferente a la de las Humanidades.
-Los alumnos se quejan de que este modelo de enseñanza supondrá una privatización, sobre todo en los másteres.
-Con absoluta rotundidad digo que los másteres oficiales tendrán precios públicos. Además, habrá una política de becas amplia y generosa. Quizás la palabra máster genera confusión porque ha venido asociada a otro tipo de estudio donde no había precios públicos.
-¿Cómo recuperar el prestigio de la Universidad para que los alumnos no huyan de ella y se decanten ya claramente por la FP?
-Niego que el prestigio de la universidad esté en declive. Ambas opciones son legítimas y radicalmente distintas: una es altamente profesionalizante y otra introduce elementos de reflexión, crítica y profundidad en el análisis.
-¿No le preocupa?
-A mí me gustaría que la mayoría de la población fuera universitaria. Me aplicaré a ello, pero entiendo otras opciones.
-¿Le preocupan las denuncias de los vecinos por la biblioteca del Prado?
-Me ocupan. La Universidad va a seguir apostando por la biblioteca. Estoy seguro de que el Ayuntamiento será sensible.
-¿Y las que hay en relación al traslado de Derecho a Viapol?
-Afectan más a las formas que al fondo de la cuestión. Estoy convencido de que la mayoría de la Facultad coincide con la opinión de la Universidad de que tiene que trasladarse. Es un asunto que me ocupará pero que no me preocupa.
