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El proyecto merengue comienza a mostrar sus primeras fisuras

Cuando el calendario empieza a apretarse y las exigencias venideras se antojan trascendentales para la suerte de la temporada, el Real Madrid se apresta a afrontar un diciembre infernal instalado en la cuerda floja.

el 15 sep 2009 / 18:00 h.

Cuando el calendario empieza a apretarse y las exigencias venideras se antojan trascendentales para la suerte de la temporada, el Real Madrid se apresta a afrontar un diciembre infernal instalado en la cuerda floja, en una situación como mínimo incómoda por sensaciones, juego, falta de recursos y resultados.

Un par de planteamientos tácticos de libro de un 'zorro' como Claudio Ranieri y unos zarpazos precisos de un renacido Alessandro del Piero destaparon definitivamente las carencias del equipo de Bernd Schuster, cuya cuesta abajo es palpable y cuya herida está cada vez más abierta. Es una tendencia clara. Desde que vio frenada su racha sin perder con la derrota en Turín, y con la excepción de la difícil victoria contra el Athletic, el conjunto madridista no encuentra el rumbo, y como quedó absolutamente desvelado ante la Juventus en el Santiago Bernabéu, tampoco soluciones, asunto que debe centrar el futuro inmediato para Schuster y sus jugadores.

Por el momento la supervivencia en la Liga de Campeones se ha puesto en tela de juicio, aunque lo mejor es que sigue dependiendo de sí mismo. Una victoria en Minsk ante el BATE Borisov, que ya plantó cara en el coliseo blanco, acompañada de otra de los juventinos en el feudo del Zenit San Petersburgo les daría el pase sin necesidad de esperar a la visita del equipo ruso.

La situación, no obstante, se ha complicado notablemente y anticipar cualquier pronóstico o vaticinio en el momento actual del equipo, sin recursos para desarbolar a una Juventus trabajadora, ordenada pero que dista mucho de ser el equipo 'grande' de antaño, en fase de reconstrucción, es demasiado atrevido.

En la Copa del Rey, al margen del percance sufrido por Rubén de la Red, baja para largo tiempo mientras se descubren las causas de su desvanecimiento, la imagen ante un Segunda B con el Real Unión fue pobre y el castigo fue la derrota por 3-2.

También en esta competición, la fortuna para Schuster y los suyos es que tienen la vuelta en casa para enmendar la situación y no sufrir otro batacazo copero.

Y en la Liga los madridistas no supieron aprovechar el primer tanto de Raúl fuera de casa, en Almería, en mucho tiempo. Ni siquiera con el marcador a favor pudieron cerrar el partido. Faltó pegada, control y jerarquía, como ante la Juventus, y otro error defensivo costó el empate a uno.

Este resultado deja al Real Madrid, que recibirá el sábado al Málaga, a dos puntos de un Barcelona cuyas sensaciones son las opuestas a pesar del inesperado e intrascendente empate contra el Basilea en el torneo continental. Se está demostrando que a este equipo, cuando no tiene pegada, cuando le falta el acierto en sus llegadas, sufre porque defensivamente además sigue mostrando muchas lagunas, tanto que no termina un partido sin encajar un gol desde que venció al Racing en El Sardinero por 2-0 el pasado 21 de septiembre.

Desde el encuentro en el Olímpico turinés, el Real Madrid ha encajado diez tantos en cinco encuentros, cantidad muy elevada para un aspirante a todo que además en este tramo está en números rojos porque ha anotado siete. En el horizonte inmediato acude un ambicioso Málaga, en el cercano sur- ge el 'rebelde' Irún, en el próximo el BATE Borisov y el Zenit, y a un mes vista en Liga, tras pasar por los compromisos ante Valladolid, Recreativo y Getafe, la particular 'escalada' con el Sevilla, el Barcelona, el Valencia y el Villarreal seguidos. Todos frentes peligrosos aunque con soluciones, las que deben encontrar rápidamente Schuster y su plantilla mientras el 'run-run' y las críticas empiezan a cobrar fuerza.

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