Quedan cinco días de campaña y ayer era el último para publicar sondeos electorales . Casi todos los periódicos andaluces sacaron los suyos, todos favorables para el PP, al que dan mayoría absoluta en las ocho capitales . El líder de los populares, Javier Arenas, llamó a los suyos a apartar "la euforia de la cabeza" y recordar que la encuesta definitiva es la de las urnas. Lo consiguió a medias, pues a su número dos, Antonio Sanz, le faltó tiempo para atribuir el descanso en campaña que se tomó ayer el presidente de la Junta y secretario general del PSOE-A, José Antonio Griñán, a que "le da vergüenza afrontar las encuestas que le sitúan como el claro perdedor". Con Griñán de descanso, la encargada de dar la réplica desde el PSOE fue la secretaria de Organización, Susana Díaz, que abandonó el clásico respeto de los socialistas andaluces por las encuestas y habló de "mucha cocina" y de sondeos guardados en el "congelador" para publicarlos ahora con el fin de "minar la moral de los socialistas" . No obstante, valoró que Arenas huya de la euforia porque "ya tiene la experiencia durante muchos años y elecciones de que la euforia que emborracha al PP todos los días a lo largo de la campaña se le atraganta la noche de las elecciones".
Díaz puso su empeño en defender que los sondeos no afectan a los socialistas. "Nos crecemos y estamos convencidos de que el 22 de mayo el mapa de Andalucía será rojo", subrayó, para añadir que en esta campaña electoral los socialistas han "ido a más". Pero lo cierto es que el PSOE sabe que se juega mucho en la comunidad y prueba de ello es el desembarco casi diario de ministros en sus ciudades. Hasta tres coincidieron ayer:la responsable de Exteriores, Trinidad Jiménez en Málaga; el titular de Educación, Ángel Gabilondo, en Salobreña (Granada); y el vicepresidente primero y ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, que repitió bolo en Almería tras compartir mitin con Griñán la noche del sábado en Granada. Hoy será el mismísimo presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, quien arrope, junto a Griñán, al candidato en Sevilla, Juan Espadas.
El mensaje coincidente de todos ellos fue sacar pecho por las conquistas sociales del PSOE y augurar que éstas peligran con un PP que mantiene su "agenda oculta" y centra su campaña en esperar que la crisis y el paro pasen factura a los socialistas. Hay "buenas razones" para "tener miedo" a la derecha porque "está en juego el Estado de Bienestar", recalcó Rubalcaba. Desde el PSOE-A, Susana Díaz, llamó a Arenas "parásito del paro" porque cree que cada desempleado "puede arrancar un voto".
Desde las filas populares, Arenas lamentó que el PSOE no aspire "a ganar" en "ninguna capital" sino a que el PP "no tenga una mayoría absoluta" para reeditar pactos como los que ahora le permiten gobernar en Córdoba, Jaén o Sevilla. Al hilo de ello, volvió a sacar su propuesta de que gobierne la lista más votada, propuesta que como el PSOE se ha encargado de airear no respeta en varios municipios.
El líder popular, a quien los socialistas le afean que haya convertido los comicios municipales en una campaña para las autonómicas y las generales de 2012, ve el cambio político "a velocidad de crucero". Precisamente, otra de las propuestas que lanzó ayer Arenas, también en Málaga, es separar las elecciones andaluzas de la nacionales, propuesta que IU elevará esta semana al Parlamento.
El secretario general del PP-A, Antonio Sanz, denunció que los socialistas se están poniendo "nerviosos, histéricos, no paran de insultar y han vuelto a sacar a dobermans", por lo que auguró que queda una semana "muy dura" y, como hiciera el sábado Rubalcaba, instó a "no entrar al trapo".
