La flamante presidenta del PSOE a nivel nacional, que también ostenta el cargo en Andalucía, Micaela Navarro, nació en Andújar en 1956. Tiene una dilatada experiencia que le ha permitido hacer política en todos los ámbitos, desde el municipalismo hasta el Senado. Su gran virtud, según dicen los que la rodean, es su buen talante.
El congreso extraordinario que celebró el PSOE el pasado fin de semana sirvió para que la federación andaluza saliese reforzada. De los 38 miembros, ocho son andaluces, entre los que se encuentra la nueva presidenta, Micaela Navarro, una mujer que niega que le hayan elegido para hacer de florero.
¿Qué significa para usted ser la primera mujer presidenta del PSOE? Un honor muy grande. Esas cosas se entienden cuando uno está militando en una fuerza política y, de pronto, confían en ti. En nuestro partido el puesto más importante es la Secretaría General, pero, desde luego, es un privilegio que sinceramente no me esperaba. Jamás hubiese imaginado que yo llegaría a la presidencia del partido y además sustituyendo a dos grandes andaluces como Manolo Chaves y Pepe Griñán.
Se ha comentado que la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, rechazó la oferta de presidir el partido ¿Se siente como segundo plato? En absoluto. Entre otras cosas porque tampoco hubiera estado mal que ella hubiese sido la presidenta del partido, sino todo lo contrario. Pero yo sabía desde el primer momento que ella no quería ninguna responsabilidad dentro de la ejecutiva. Es normal que siguiesen insistiendo, no sólo Pedro Sánchez [secretario general del PSOE], sino todos los secretarios, pero ella lo tenía muy claro y siempre ha dicho que su compromiso pleno está en Andalucía y con Andalucía. De todos modos, a mí me elige el secretario general porque evidentemente había una propuesta de mi federación y de mi secretaria general [Susana Díaz].
¿Qué conlleva ser la presidenta del partido? Tal y como está definida la presidencia en los estatutos, mi ausencia se tiene que notar más que mi presencia. Tengo que estar siempre a demanda de lo que necesiten las secretarías de área y a demanda de lo que necesite el secretario general. Tengo muy claro que no puedo pisar el terreno de nadie, porque cada uno tiene sus propias competencias. En mi cometido también se encuentra hacer de representación del partido en aquellos casos que me lo pida mi secretario general. Aun así no voy a ser una presidenta florero, nunca lo he sido en los sitios que he estado. La impronta de los cargos también la ponen las personas que los ocupan.
¿Será fácil compaginar la presidencia del partido en Andalucía y del federal? No creo que sea complicado. Si lo fuera y viese que no era posible pueden estar tranquilos que la primera que lo diría sería yo.
¿Al PSOE andaluz se la quedado una espinita clavada por no haber podido poner a Mario Jiménez como número dos del partido? Lo de la espinita la persona que mejor lo puede explicar es Mario Jiménez. Pero una figura política como él no se queda fuera. Juega en este momento un papel fundamental tanto en Huelva como en Andalucía. Es portavoz del grupo socialista en el Parlamento andaluz en un momento en el que estamos gobernando con el apoyo de Izquierda Unida y cuando el Gobierno de España nos está asfixiando económicamente, por ello Mario Jiménez es casi irremplazable dentro del grupo socialista.
¿Se esperaban que Andalucía lograse tener tanta presencia en el federal? Normalmente en los congresos todas las federaciones intentan tener la mayor representación posible, pero en este caso cambiaban un poquito las cosas, porque, al menos la secretaria general de Andalucía, Susana Díaz, dijo desde el primer momento que ella no iba a hacer un órdago, sino que se iba a poner a disposición del secretario general y que fuera él quien decidiera cuántas personas y quiénes estaban por parte de Andalucía. Pero yo quiero recordar que Andalucía es la federación orgánicamente más grande de toda España. Sólo una provincia andaluza tiene más militantes que algunas federaciones, por ello es normal que haya una persona por cada provincia de la comunidad.
¿Ha sido un premio que les ha dado su nuevo secretario general por el apoyo andaluz a su candidatura? No lo creo. Simplemente se ha hecho justicia en función de la representación que tiene Andalucía. Además, la secretaria general no se lo ha pedido. Yo recuerdo, porque ya llevo algunos congresos vividos, que se presiona para ver quién tiene más espacio y los mejor valorados cualitativamente, pero en esa ocasión no ha sido así.
A pesar de que Susana Díaz no pidió nada ¿Con la representación que tiene Andalucía en el federal no es lógico pensar que la presidenta de la Junta va a tutelar a Pedro Sánchez? El camino se hace andando. No voy a decir 100 días, voy a dar 50 días, aunque nos coge el mes de agosto, para que se compruebe que Pedro Sánchez es el líder del PSOE, sin ninguna alharaca y sin ningún complejo. Sus buenas relaciones con los distintos secretarios generales y, desde luego, con Susana Díaz, ni las va a esconder ni las tiene que disimular. Pero el líder del PSOE se llama Pedro Sánchez.
¿El congreso extraordinario del PSOE ha supuesto una renovación de ideas o sólo de caras? No es suficiente sólo cambiar de caras, pero a veces es necesario hacerlo para que las políticas que estamos desarrollando las conozcan la ciudadanía. Porque a pesar de haberlas explicado, los ciudadanos no han prestado atención a quien ha dado el mensaje en el PSOE. Por ello, es importante cambiar de caras, aunque sin proyecto no se va a ningún sitio.
¿No cree que la ciudadanía puede pensar que sólo se ha hecho un lavado de imagen? No lo creo. Lo que no se puede decir es que vamos a cambiar todo, aunque el PSOE muchas veces ha caído en ese error. De todos modos, el PSOE es un partido que está ahí. Es plenamente identificable por la trayectoria política que tiene, por el peso político que ha tenido, porque hemos tenido momentos buenos y menos buenos
Todo el mundo sabe cuáles son sus raíces, de dónde viene y qué defiende.
Pedro Sánchez se mostró a favor de realizar otras primarias en noviembre, pero ahora parece que ha reculado ¿Qué va a pasar? Va haber primarias abiertas como se dijo. Si van a ser en noviembre lo tendrán que decidir el nuevo secretario general, la nueva ejecutiva federal y el nuevo comité. Hasta ahora había una hoja de ruta, aprobada por el anterior comité federal, liderada por el que fuera secretario general [Alfredo Pérez Rubalcaba] y por la anterior ejecutiva, en la que no se contemplaba que iba a haber un congreso extraordinario. Lo que a mí personalmente me parece es que no podemos salir de un congreso, para el que hemos estado más de un mes hablando de nosotros mismos, para que en noviembre nos volvamos a meter a hablar de nosotros mismos. Creo que es más sensato retrasarlo.
¿Estos cambios de opinión no cree que pueden decepcionar a los electores? A veces se toman decisiones que se piensa que son lo mejor y luego se demuestra que no es así, se explica, se cambia, y no pasa nada. Lo malo es cuando se cambia sin haberlo explicado y cuando defiendes con el mismo énfasis lo que decías por la mañana y lo que dices por la tarde. Entiendo perfectamente que la ciudadanía se confunda, porque en estos momentos económicos que estamos viviendo de cambio tan profundo de muchas cosas, las personas tienen que tener certezas y no hay cosa que nos preocupe más que no veamos con claridad el futuro de nuestros hijos, ni de nuestros nietos. Esos derechos laborales que se obtuvieron después de tanto trabajo y lucha, incluso dejándose la vida muchos militantes de izquierda, han saltado por los aires en menos de dos años del Gobierno del PP. Se ha roto la columna vertebral del estado de derecho, que costó 35 años construir, y que el Gobierno del señor Aznar respetó más que lo que está haciendo ahora el señor Rajoy, porque se cree que la mayoría absoluta le da derecho a hacer todo y a acabar con los derechos y libertades.
Hay muchos cargos del partido que están imputados ¿Qué se va a hacer con ellos para que los ciudadanos comiencen a creer un poco más en los políticos? El PSOE siempre que ha tenido conocimiento a nivel orgánico de un caso de corrupción lo ha puesto en conocimiento de quién tiene que decidir si realmente esa persona es corrupta o no, y eso también se ha hecho desde el ámbito del Gobierno. A nadie le hace más daño un caso de corrupción que a un partido al que le surge este problema. Un político tiene que tener un comportamiento ejemplar. De todos modos, todos tenemos derecho a la presunción de inocencia, a no ser que sea un delito flagrante. Pedro Sánchez y Susana Díaz ya han planteado que hay que revisar lo de los aforamientos totales, una persona tiene que estar aforada por su cargo, pero no por lo que haga en su vida personal. En España hay 10.000 aforados, pero probablemente no lleguen a 2.000 las personas que están en política.
¿Cómo valora los resultados del Estudio General de Opinión Pública (Egopa) en el que se refleja que Susana Díaz es la política mejor valorada en Andalucía y que Podemos frena el ascenso del PSOE andaluz? Las encuestas hay que valorarlas y mirarlas siempre con respeto y no puede ser que cuando son favorables sean determinantes. Pero el sondeo confirma que Susana Díaz es la líder más valorada y con diferencia. Esto demuestra la confianza de la ciudadanía en las políticas que se están desarrollando. Podemos es una fuerza política que está ahí y que tiene presencia en el Parlamento Europeo, pero hasta ahora no ha gobernado. De todos modos, nosotros, desde el Partido Socialista, tenemos que respetar a todas las fuerzas políticas. No obstante, desde el PSOE vamos a seguir trabajando por los principios que nos definen y que hemos defendido siempre: la igualdad de oportunidades, la justicia social y que todas las personas tengan las mismas oportunidades con independencia de la familia en la que hayan nacido. Ésta ha sido siempre nuestra máxima en 135 años.
¿Tienen miedo a Podemos? Nosotros miramos con respeto a todas las opciones políticas democráticas, pero lo que nosotros tenemos que hacer es seguir trabajando como lo estamos haciendo desde el PSOE-A y a través del Gobierno desarrollar políticas que demuestran que hay otra forma de hacer las cosas: blindando la sanidad pública, blindando la educación pública, blindado las políticas sociales. Hay que reconocer que como consecuencia de la falta de financiación del Gobierno de España cada día se hace con más dificultad y cada día tiene más importancia el esfuerzo personal que están haciendo los profesionales de estos sectores.
¿Teme que la fragmentación del panorama político les vaya a perjudicar? No lo creo. Nosotros nos tenemos que ocupar de trabajar y no estar mirando a nadie, al fin y al cabo será la ciudadanía la que se pronuncie. Estoy segura de que sabrá valorar no sólo lo que se dice sino lo que se hace. El PSOE ha demostrado con el desarrollo de sus políticas que todas las personas tienen derecho a tener derechos, pero que evidentemente también tienen que tener compromiso y responsabilidad. No vale el gratis para todos. Eso es imposible en cualquier sociedad actual. Lo que sí hay que garantizar es el Estado de bienestar: la educación, la sanidad, y la dependencia, pero no puede ser que todo el mundo tenga derecho a todo y nadie tenga obligación de nada.
¿Cómo observa las posibles alianzas entre formaciones de izquierda? Cuando el Partido Socialista pone su maquinaría en marcha todo el mundo sabe que es imparable y la ciudadanía sabrá distinguir perfectamente que una cosa es predicar y otra cosa es dar trigo y saben que el PSOE se ha podido equivocar alguna vez, pero nunca ha defraudado, porque ha puesto en marcha políticas que hacen posible la justicia social y la igualdad de oportunidades.
¿Cree que Susana Díaz sería una buena candidata a la presidencia del Gobierno de España?
Sin ninguna duda, pero ha asumido un compromiso tanto en público como en privado con Andalucía y hasta ahora cuando se ha comprometido con una cosa eso ha ido adelante.
¿Habrá adelanto de elecciones en Andalucía? La voluntad política de los dos partidos que están gobernando en Andalucía, PSOE e IU, es agotar la legislatura.
