El secretario de Organización del PSOE-A, Luis Pizarro, reconoció que la campaña electoral exigirá "un esfuerzo aún mayor" para lograr "un Gobierno suficientemente fuerte" que impida que se repita la "pinza" entre PP e IU, una posibilidad que ve posible con Javier Arenas y Juan Manuel Sánchez Gordillo en el Parlamento.
Tras una reunión con los secretarios de Organización provinciales, responsables de la campaña electoral, Pizarro afirmó que el hecho de tener como contrincante al que fuera "ideólogo" de la llamada "pinza" entre 1994 y 1996 -el candidato del PP-A, Javier Arenas- y la posible presencia en el Parlamento de Sánchez Gordillo, que encabeza la candidatura de IU a la Cámara andaluza por Sevilla (único escaño que el partido tiene prácticamente asegurado) obliga al PSOE a "hacer un esfuerzo grande para que haya un Gobierno fuerte en Andalucía y nadie tenga la tentación de reproducir la pinza".
El secretario de Organización socialista recordó que "hay una experiencia" previa de un "tándem Arenas-Rejón". "Yo de Arenas no me fío para nada y Gordillo ya ha dicho que no pactaría jamás con el PSOE", añadió, al tiempo que reiteró la necesidad de obtener una mayoría suficientemente amplia "para que no haya tándem Arenas-Gordillo".
Preguntado si su atención a Sánchez Gordillo daba por hecho que el coordinador regional de IU y candidato de la coalición a la Junta, Diego Valderas, no lograría su escaño -concurre por Huelva-, Pizarro dijo tener que limitarse a las declaraciones de Gordillo porque es quien ha hablado y nadie de IU ha dicho estar en desacuerdo con su discurso. Además añadió que "nadie puede dudar de la influencia de Sánchez Gordillo en IU, ha quitado a Concha Caballero -portavoz parlamentaria de la coalición en esta legislatura- y ha empujado a Valderas a Huelva".
Pizarro reiteró el mensaje lanzado por el presidente de la Junta y candidato socialista a la reelección, Manuel Chaves de que "nada está garantizado de antemano" y "no hay nada ganado" pero subrayó que "estamos en condiciones de ganar limpiamente en Andalucía" y de ayudar a que haya un presidente socialista en el Gobierno central, "que es lo que conviene a Andalucía".
A su juicio, se trata de "convertir lo que dicen las encuestas en votos el día 9 de marzo" pues desgranó datos del último sondeo sobre intención de voto del Instituto de Estudios Sociales Avanzados (IESA) en los que se revela que los andaluces ven al PSOE y a su candidato más cercano y sensible a sus problemas frente a un PP "cercano a la derecha extrema".
Para el dirigente socialista, el objetivo de las próximas elecciones no es sólo lograr una mayoría amplia para evitar la "pinza" PP-IU sino para "derrotar fuertemente a la derecha española, porque con ello contribuiremos a que haya una derecha más moderada, civilizada y tolerante, como la de países de nuestro entorno europeo como Francia u Holanda".
El proceso de elaboración de las candidaturas socialistas tanto al Parlamento andaluz como al Congreso de los Diputados terminará el 8 de enero con su aprobación en la Ejecutiva Regional y el Comité Director, listas que serán ratificadas en día 12 por el Comité Federal. A partir de ahí se pondrá en marcha una maquinaria en la que unos 10.100 militantes participarán en una campaña que según Pizarro se antoja "dura" porque así lo ha decidido el PP. En este sentido se refirió a la manifestación convocada el domingo por la Iglesia en apoyo a la familia con duras críticas a políticas que ya existían con el gobierno popular, un acto sobre el que pidió al PP que no "escurra el bulto y tenga la valentía de decir si está de acuerdo o no con los obispos".
