Un puente con dos carriles por sentido para el tráfico rodado, ¿y también para el Metro? El proyecto para unir la Cartuja con la calle José Díaz a través del décimo puente sobre el río no prevé que por él pase el Metro y, sin embargo, los proyectos de la línea 4 dibujan una pasarela en el mismo lugar, en la prolongación de la calle José Díaz. Ambos proyectos, pues, se solapan.
La intención del Ayuntamiento es que el puente que financiarán el grupo Barceló (propietario del hotel Renacimiento) y Cajasol (máximo accionista de Isla Mágica) descongestione la entrada y la salida a la Isla, que soporta por sus vías interiores unos 15.000 coches al día y hasta 48.000 por la avenida Carlos III, más incluso que por Torneo. Según confirmó el propio alcalde, Alfredo Sánchez Monteseirín, el convenio urbanístico que incluye la construcción de este puente y la ampliación del hotel Renacimiento y de Isla Mágica, que contará con zonas comerciales y hoteleras nuevas, está "muy avanzado".
De hecho, la Gerencia de Urbanismo contratará una asistencia técnica para que diseñe el puente, del que ya se saben algunos datos básicos. Uno de ellos es que, como reza en el Plan General de Ordenación Urbanística (PGOU), tendrá dos carriles por sentido para el tráfico que se completarán con carriles para el transporte público y para la bicicleta. No se cita al Metro.
Por su parte, el proyecto de la línea 4 del Metro recoge la construcción de un puente también en la prolongación de la calle José Díaz hacia la Cartuja. Así lo indica la alternativa "preferente" para la Junta de Andalucía.
En ese proyecto también se señala que el puente puede destinarse "a otras circulaciones": "Puede ser plataforma compartida con tráfico rodado, carril bici y peatonal. Ofreciendo un nuevo acceso a la Isla de la Cartuja". El trazado de esta línea 4, la circular, sigue en superficie por la calle Juan Bautista Muñoz, donde estaría la estación bautizada como Remo o Teatro Central.
Precisamente, el hecho de que sea en superficie por la Cartuja ha provocado el rechazo de los empresarios de parque científico y tecnológico. Por eso, la Junta podría aceptar esta alegación y optar por soterrar este tramo de la línea 4 y, con ello, el paso por el río. No obstante, hasta ahora la administración andaluza se ha inclinado por la construcción de un puente.
Con todo, en los proyectos de la línea 4 también se recoge una opción en la que el puente se sitúa junto al marcado en el PGOU para el tráfico rodado, más cercano al Teatro Central. Sin embargo, esta alternativa no está entre las preferidas por los técnicos contratados por el Gobierno andaluz.
Sobre el presupuesto de esta infraestructura, el documento sobre la valoración económica de las alternativas apunta que este viaducto singular costaría 5.760.000 euros si se diseña sobre el recogido en el PGOU (más corto porque va de José Díaz a la rotonda del hotel Renacimiento) o 7.920.000 euros si se construye desviado respecto al cauce. En este caso, sería un puente más largo que iría de José Díaz hasta la calle que separa al hotel Renacimiento del Teatro Central.
El Ayuntamiento, por su parte, considera que levantar el nuevo puente de la Cartuja costará entre 10 y 11 millones de euros (Barceló pagará la mitad).
Con todo, está por ver qué hace el Consistorio. Si diseña el puente para que pueda soportar el peso del paso del Metro (las empresas que lo financian tendrían que valorarlo) o si solicita a la Junta que la línea 4 vaya de forma soterrada por esa zona. Lo que no parece lógico es que se construyan dos puentes tan cerca uno del otro.
Otro de los factores a analizar es el calendario de los proyectos. El alcalde no quiso dar plazos el pasado miércoles, pero indicó que el convenio urbanístico se podría firmar pronto. Sin embargo, el Metro llegará a largo plazo. Este tramo de la línea 4 no está entre los prioritarios, por lo que no tiene financiación ni fecha. Según la Junta, toda la red podría estar en 2017. Si la crisis lo permite.
Una obra singular o funcional
El Ayuntamiento cree que el nuevo puente de la Cartuja no debe tener "florituras", quiere que sea "funcional y que quede perfectamente integrado en el paisaje del río", por lo que se descarta que se vaya a encargar a un arquitecto de renombre para así no encarecer más el proyecto, con un coste estimado de entre 10 y 11 millones.
Sin embargo, el proyecto del Metro no va en la misma línea. "El cruce del río debe hacerse mediante una estructura de cierta significación y una calidad fuera de toda duda. El hacerlo con una estructura de interés exclusivamente funcional, como un puente de viga, sería un error de consecuencias nefastas, ya que supondría una pérdida para el espacio de la Dársena, para el paseo fluvial de Sevilla, uno de los de mayor significación en la ciudad y que por ello requiere de un tratamiento singular". "El río se encuentra cuajado de ejemplos afortunados de puentes que lo cruzan -la Barqueta, la Cartuja, el Cachorro y el puente de Triana- y que merecen una nueva estructura que no desmerezca. No es necesario hacer un ejercicio muy complejo para recordar gran cantidad de ejemplos de estructuras de relevancia en otras grandes capitales del mundo", apostilla la memoria del proyecto de la línea 4.
Además, la plataforma no debe tener ningún apoyo en el río, ya que se ubica en pleno campo de regatas. Esto obligará a seleccionar un diseño con un tablero como el que tienen los puentes del Alamillo, la Barqueta y la pasarela de Cartuja, sin ningún pilar ni estructura sobre la lámina de agua para así no afectar al desarrollo de las pruebas deportivas.
