La riqueza de una ciudad se basa en el fomento y desarrollo de sus principales fuentes de generación de empleo. Los nuevos espacios comerciales, los polígonos industriales o el fomento y creación de las escuelas taller de formación ocupacional son algunos de los elementos que la configuran desde el punto de vista empresarial. Sin embargo, Sevilla posee otra fuente de riqueza laboral que emana de las oportunidades que el Guadalquivir ofrece a los ciudadanos. Con esta premisa se encuadra en el Distrito Los Remedios el Puerto de Sevilla, un gran espacio que, gracias al grueso de actividades que desarrolla en su interior, fundamentalmente de carga y descarga de los buques, se ha convertido en el único puerto fluvial comercial de toda España por el que pasan varios millones de toneladas de mercancías cada año.
La construcción de la nueva esclusa está llamada a ampliar las posibilidades comerciales del Puerto de Sevilla, dotándolo de nuevas perspectivas comerciales que harán aún más potente su competitividad a nivel mundial. Los trabajos de adecuación comenzaron en el año 2005 en el espacio conocido como la ‘Zona del Verde', y con ellos se iniciaba un proceso encaminado a duplicar la magnitud del desarrollo económico que venía experimentado la ciudad desde comienzos de la década. Con unas dimensiones que llegan a duplicar a las de la anterior, la nueva esclusa permite que barcos de mayores dimensiones puedan acceder a la ciudad. Las cifras no dejan lugar para las dudas: 269 metros de eslora y 35 metros de manga útil. Con estos datos, las posibilidades del Puerto de Sevilla se amplían hasta límites insospechados que repercutirán de un modo muy positivo en el conjunto económico de la ciudad.
Uno de los sectores más beneficiados por esta apuesta industrial junto al Guadalquivir será, sin duda, el turístico. Hasta ahora la ciudad soporta un tráfico de cruceros por el río que ronda los 25 o 30 durante todo el año, una cifra muy limitada a consecuencia de los problemas de anchura de las embarcaciones, a la que se suma la constitución de una línea regular de cruceros fluviales cada semana. Con la nueva esclusa, Sevilla se convertirá en un referente del turismo navegable, ya que posibilitará la llegada de cruceros de mayor tamaño desde Sanlúcar de Barrameda por el Guadalquivir. Pero esta construcción supondrá también la creación de una nueva zona industrial derivada de la nueva esclusa. En concreto, el desplazamiento de algo más de un kilómetro con respecto a la actual posibilitará la puesta en valor de un espacio de unas 140 hectáreas en el que se construirá una zona destinada al fomento de la industria naval.
actividad industrial. Junto a la nueva esclusa, el Puerto de Sevilla es una zona industrial por naturaleza en la que emergen varias actividades empresariales vinculadas al sector naval. Sus instalaciones son el marco perfecto para el desarrollo de prácticas que van desde las propias que se desprenden de esta labor hasta la organización cada madrugada del reparto de la prensa para toda Sevilla. En este sentido, se ha articulado en la última década un espacio en la zona portuaria desde el que se organiza la distribución de varios productos a toda la ciudad. Se trata de la zona conocida como Puerto Galia, ubicada en la carretera de la esclusa, y que constituye un conjunto empresarial que aglutina a diversas industrias de este sector que, a su vez, se ha configurado también como un gran centro de negocios para el resto de la ciudad. En él se ofertan módulos de oficinas con la finalidad de acoger la instalación de nuevas empresas vinculadas al mundo naval, con las que fomentar un nuevo modelo industrial que permita la consolidación del puerto como una de las principales fuentes generadoras de riqueza y empleo en la ciudad.
