La Audiencia de Sevilla ha autorizado la libertad del último de los cinco menores acusados de dar una paliza a un chaval en la Plaza de España, lo que le obligó a permanecer cuatro días ingresado en un hospital. Todos los autores de la brutal agresión -tres de ellos eran reincidentes- ya están en la calle.
La Sección Tercera de la Audiencia ha concedido la libertad vigilada de este chico de 17 años porque cree que los cuatro meses que lleva en un centro de reforma "han mejorado sus hábitos sociales" y además estudia primero de Bachillerato "y se encuentra integrado en una familia aparentemente normalizada".
De los cinco imputados por una agresión a patadas, puñetazos y botellazos, este joven era el único que seguía en internamiento cerrado. La paliza se produjo el 12 de octubre de 2007 en la Plaza de España.
Un joven de 18 años trató de evitar los insultos y el acoso de los procesados hacia una pareja de novios. La Audiencia afirma que "son claros" los indicios de la participación del quinto detenido en la agresión a empujones, patadas y con una botella, e incluso uno de los testigos le vio salir corriendo detrás del lesionado cuando éste emprendió la huida. Los jueces destacan "la especial gravedad" de la paliza y la alarma social que causó por ser una "agresión brutal por un grupo de jóvenes a una víctima a la que se dejó tendida en el suelo", lo que constituye un delito de lesiones con utilización de medio peligroso.
La víctima sufrió una herida en la cabeza que precisó de puntos de sutura y otra lesión en el brazo, con afectación muscular y sensitiva, que requirió de intervención quirúrgica, según recuerdan los jueces.
