La paciencia ya se ha agotado. El rector de la Universidad de Sevilla , Antonio Ramírez de Arellano, ha remitido un contundente comunicado a toda su comunidad universitaria en el que, tras denunciar la falta de respuesta de la Junta a la deuda que tiene contraída con la universidad, anuncia "nuevas medidas de ahorro" para hacer frente a la "insoportable situación" financiera de la institución con desfases presupuestarios "inadmisibles".
Antonio Ramírez de Arellano repasa en cuatro folios los pasos que se han ido dando para pedir al Gobierno de José Antonio Griñán una solución. Recuerda el rector el compromiso público del presidente con la educación, "una prioridad de primer nivel", según sus propias palabras. Ramírez de Arellano se lamenta de que esto sea, por el momento, solo una declaración de intenciones. "Precisa un compromiso serio", subraya el rector, porque no solo se está viendo afectada la comunidad universitaria sino que detrás de esas deudas (154 millones en el caso de la Hispalense) "hay también salarios y empresas que pueden verse abocadas a la ruina".
El rector de la Hispalense admite sentirse decepcionado con la reunión del pasado viernes 21 de septiembre, encuentro donde la Consejería de Hacienda se reconoció "incapacitada" para plantear una solución a la deuda de manera inmediata. Todo está sujeto a que la Junta pida el rescate formalmente y reciba los casi 5.000 millones de euros que necesita para sortear su asfixia económica. La reunión de las universidades andaluzas con el Gobierno andaluz más que despejar incógnitas lo que añadió fue más "incertidumbres", apostilla el máximo responsable de la Hispalense.
Por último, Ramírez de Arellano hace un doble llamamiento. En primer lugar al presidente de la Junta, al que pide que reconozca "la gravedad del problema". En segundo lugar, a la comunidad universitaria, a la que anuncia nuevas medidas de ahorro y a la que apela para que arrime otra vez el hombro siendo consciente de que pider nuevos sacrificios "es poco menos que apelar al heroísmo".
