El Papa Francisco recibió este martes en audiencia en el Vaticano a las selecciones nacionales de Italia y Argentina, que este miércoles se medirán en un amistoso en Roma en su honor, enviando un mensaje a los futbolistas de su importante labor social. El encuentro, celebrado en la Sala Clementina, duró cerca de cuarto de hora y acudieron los jugadores de ambos combinados nacionales, además los cuerpos técnicos y los directivos de las respectivas federaciones (FIGC y AFA) y de equipos del fútbol argentino, como San Lorenzo, del que Su Santidad es socio. "Queridos amigos, os agradezco esta visita. Para mí será difícil animar a alguno, pero por suerte es un amistoso", señaló en su alocución el Papa Francisco, que recordó a los futbolistas que son "populares, no sólo en el campo sino fuera" y que por ello tienen "una responsabilidad social". Así, el Santo Padre indicó que "la dimensión profesional no debe hacer nunca olvidar la vocación inicial de ser amateur, aquellas con los valores de la camaradería, la gratitud y la belleza y si a un partido le falta esto pierde fuerza". "Antes de ser campeones sois hombres, con vuestros prejuicios, problemas y vuestro corazón. Permaneced siempre hombres, en el deporte y en la vida", afirmó. "Vivan el deporte como un don de Dios para hacer fructificar sus talentos, pero también como una responsabilidad. Con su modo de comportarse en el campo, como fuera de él, son un referente, son artífices del entendimiento y de la paz social que necesitamos tanto", añadió. A los dirigentes les recalcó que "el deporte es importante pero debe ser siempre deporte". "Trabajar porque no pierda su carácter deportivo", apuntó, aludiendo a fomentar las actitudes que hagan que "vuelvan a verse las familias en los estadios y se disuada la violencia". "Queridos amigos, rezo por vosotros y os pido que recéis por mí para que pueda jugar en el campo en el que Dios me ha puesto un partido honesto y generoso", sentenció el Santo Padre.