-Tras una década de lucha, la Consejería de Medio Ambiente ha certificado que el Guadaíra vuelve a la vida.
-Es una satisfacción, porque una de mis prioridades, como alcalde y como alcalareño, ha sido que Alcalá siguiera unida a su río. El río es nuestra historia, empezando porque nos da nombre, pero Alcalá se desarrolló de espaldas al río y eso había que cambiarlo.
-¿Qué ocurrió para que se produjera ese desencuentro?
-Pues que los pueblos de este entorno se desarrollaron con la industria de la aceituna, y los vertidos iban al río: alpechín, sosa cáustica... Estamos hablando de los años 70: el río era una cloaca, empieza a tener malos olores y la ciudad le da la espalda.
-¿Se ha recuperado del todo?
-Lo primero era recuperar el agua y ya se ha conseguido, ya tiene valores que permiten la vida de los peces. Ya no se producen grandes vertidos, y por tanto la calidad es buena, pero aún así la calidad cuando entra en Alcalá es de una manera y sale absolutamente limpia, porque la gran bolsa de aguas subterráneas de los Alcores rompe en Alcalá. Aquí el río se alimenta de muchos manantiales de agua limpia y se regenera en el tramo urbano.
-Para conseguirlo ha habido que batallar con todo el mundo.
-Es que vimos que el río no era una prioridad para el resto de los pueblos. Obviamente el Guadaíra tiene un patrimonio histórico y natural en Alcalá, pero no en Morón, Arahal, Paradas, Mairena o El Viso, porque les pasa de lejos. Primero intentamos concienciar a las otras administraciones, y cuando no vimos la sensibilidad necesaria iniciamos una estrategia legal, jurídica y judicial. Fuimos al Defensor del Pueblo de España y Andaluz, pusimos una demanda ante la Unión Europea que sigue vigente, denunciamos al Gobierno de España y al de la Junta...
-¿La denuncia se va a mantener aunque técnicamente el río ya está recuperado?
-La demanda la pusimos ante la Comisión de Medio Ambiente de la UE y no podemos retirar, porque es un procedimiento que está ahí. Ahora el Gobierno entregará sus pruebas de que el río se ha recuperado y será la Comisión de Medio Ambiente la que valore.
-¿La denuncia fue más efectista que otra cosa, se buscaba sobre todo llamar la atención?
-Por esta denuncia España ha sido multada por la situación del Guadaíra. Y también hemos hecho demandas de responsabilidad civil contra la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, y nos hemos personado como Ayuntamiento en todos los procesos que tienen que ver con empresarios desaprensivos que hacían vertidos al río. Nosotros hicimos hecho nuestros deberes y Alcalá, a pesar de ser la ciudad más industrial de Andalucía, no vertía una gota al río. Y lo que no podía ser es que si habíamos hecho ese esfuerzo otros no lo hicieran, no podían traer sus vertidos a Alcalá.
-¿La complicidad judicial ha sido un factor importante?
-Sí, porque se nombró un fiscal de Medio Ambiente y se tomó conciencia como en Cataluña, donde los vertidos industriales ya eran un delito, porque aquí había empresarios a los que les era más fácil pagar la sanción que poner una balsa y una depuradora. Cuando se imputó por delito a empresarios y ayuntamientos se provocó una sensibilización rápida, hubo una concienciación medioambiental inmediata.
-¿Teme que se dé por terminado el trabajo y a partir de ahora la Junta ralentice el ritmo?
-No, porque hay una consejera de Medio Ambiente sensibilizada con el tema, como demuestra que quiere declarar toda la zona del Guadaíra como Monumento Natural. Una vez recuperada la calidad ahora habrá que ir a por las captaciones ilegales de agua que se producen, pero son temas menores. Y para evitar que se repitan los problemas, vamos a pedir al Ministerio del Interior que ponga aquí una guardería permanente del Seprona.
-¿Qué es lo que queda ahora?
-Nos falta aprovechar mejor las zonas de agua, y para eso vamos a fomentar deportes como la piragua y a recuperar las barcas de recreo, en primavera ya se podrán alquilar barquitas. También queremos poner puntos de cafetería y restauración, y aprovechar los molinos para que artistas y artesanos les den un valor social. Ya hay pescadores en muchos sitios, y todos los días miles de personas copan el parque. La ciudad ha hecho suyo el río otra vez.
-¿La gente podrá bañarse de nuevo en el Guadaíra?
-Es el gran reto, que el agua tenga calidad de baño. En los tramos urbanos hay muchas posibilidades de hacer zonas de baño, sobre todo en la canalización en la que al río le entra el manantial, por lo tanto no es una idea descabellada. En un año ha mejorado mucho la calidad, y si sigue así el reto es que en dos años nos podamos bañar en el Guadaíra. Sería en los tres grandes tramos urbanos de la ciudad: desde Molino Hundido hasta las Aceñas, desde las Aceñas a San Juan y de San Juan a Benarosa, que es donde más se incorporan los manantiales.
-Cuando el río estaba tan mal ¿daba una imagen muy negativa de Alcalá?
-Es que si al río que te da nombre no te puedes ni acercar? Alcalá se conocía por el río apestoso, y de nuevo vuelve a ser una ciudad valorada. Hoy los alcalareños están orgullosos.
