El nombre de Curro Savoy, nacido Francisco Rodríguez (Andújar, Jaén, 1948), no es tan conocido en España como sí lo es su silbido. A pesar de ello, los temas que interpretaba en los western sobre la música de Ennio Morricone aún son recordados por el gran público.
Su silbido en El bueno, el feo y el malo o en La diligencia, entre otros, le convierte en uno de los artistas más imitados. "Mi boca está asegurada en 500.000 euros", dice. Ausente en el panorama nacional durante muchos años, se ha emprendido en una carrera por que su nombre sea reconocido en España. Por eso se presentó al festival de Eurovisión con la canción Quiero bailar, que ha obtenido unos 6.000 votos, muy lejos de los más de 280.000 de Coral Segovia, la favorita para Oslo.
El escritor Miguel de Adrover ha publicado recientemente una biografía sobre este artista -Silbidos de gloria: Historia de Kurt Savoy, el rey del silbido (Ed. Carena)-.
Además, está inmerso en un tercer proyecto, lanzar un nuevo disco al mercado.
"Con presentarme en España seré el hombre más feliz del mundo, es allí en donde mejor me encuentro", asegura un añorante Savoy.
