Local

El rincón de la buena cocina casera

Una nueva generación mantiene el listón alto con una gastronomía de base tradicional.

el 22 feb 2013 / 21:02 h.

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Decoración sevillana en la que lucen una buena barra, azulejos trianeros y murales de cerámica.

En 1984, hará ya treinta años el próximo, que el Mesón de Juan se instaló en la calle José Luis de Casso. La apariencia del local es la que, más o menos, se identifica con el bar tipo sevillano, buena barra, salón con mesas, azulejos trianeros y dos grandes murales de cerámica, uno con una vista de Sevilla centrada en la Plaza de España y otro de la Cruz del Campo con la vieja fábrica de cerveza al fondo. También está presente la Virgen del Rocío, tanto en cerámica como en una pequeña escultura en bulto redondo de barro. Fuera, bajo los naranjos, algunas mesas altas para disfrutar de la caña bien tirada al aire libre. El paisanaje, con buena entrada, al menos el día de nuestra visita aquello estaba lleno, se encuentra también en una línea de cliente "clásico" sevillano, en el buen sentido, gente con buena mesa y buena copa, el trasiego entre cocina y mesas a buen ritmo, con no pocas botellas de vinos pululando por allí. Por cierto, la nómina de etiquetas vinícolas no es poca cosa, por allí se veían Yllera Crianza, que catamos y que nos pareció, añada 2006, en un momento de redondez extraordinario. También probamos un excelente Pernales, tinto de Málaga que desmiente dos tópicos de los vinos de la zona, no es nada de potente, al contrario, fácil de beber, goloso, con fruta madura y balsámicos, y, segundo, con un precio muy ajustado. Además de los citados y catados, nombrar también otros vinos como Protos, Luzón, Habla del Silencio y, como gran aperitivo, fino Tío Pepe. Hay que decir que los vinos se conservan en armario climatizado y que se sirven en buenas copas.

Gonzalo Gómez conduce la nave después de que su padre, Juan, le haya pasado el relevo. Gonzalo se formó en la Escuela de Hostelería del Instituto de Heliópolis, su sólida formación técnica es un valor añadido a la tradición recogida de los fogones de la casa, manteniendo un perfecto equilibrio entre las recetas tradicionales y alguna pincelada de innovación que, en ningún caso, deriva hacia extrañas recetas, aquí lo que prima es el buen producto y la elaboración que no enmascaré dichos productos. Empezamos con un Pulpo a la parrilla, resaltado con una suave salsa verde, con un toque dulzón de cebolla levemente caramelizada con balsámico.

Muy buen bocado la Hamburguesita de salmón (2,80 €), de magnífica presentación, con patatas fritas caseras, es un suculento bocado, realzado por la salsa que merecería mejor pan.

Probamos también un extraordinario Pisto Manchego (2,50 €), de impecable factura y con su huevo coronando el delicioso guiso de verduras. Como colofón, una tapa de Berza, guiso del día fuera de carta, bien elaborado, gustoso, para sentarse y comerse un plato grande. Nos quedamos con las ganas de probar las espinacas con garbanzos (2,50 €) que se habían agotado, será la excusa perfecta para volver a este rincón de buena cocina.

Además de lo probado, en la carta muchas más referencias como el atún a la gallega (2,50 €), albóndigas en salsa (2,50 €), alcachofas en crema de puerros y jamón (2,80 €), milhojas de berenjenas con salmorejo y jamón (2,50 €), carrillada ibérica al oloroso (2,80 €), menudo sevillano (2,50 €), arroz con carrillada (2,90 €), arroz negro con alioli (3,00 €), además chacinas, quesos y algunas buenas conservas.

La ficha

  • Propietarios: Gonzalo Gómez Barranca.
  • Dirección: C/ José Luis de Casso, nº 72. 41005 SEVILLA.
  • Horario: De 08.30 a 16.00 y de 20.00 a cierre.
  • Teléfono: 954 581 848.
  • Precio medio tapas: 2,50 euros. 


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