La sociedad de ecologistas Alwadi-ira ha dado a conocer la presencia de un nuevo vertido en las aguas del río Guadaíra. Concretamente ha sido durante el pasado fin de semana cuando se ha detectado el cambio de color del río que delata la presencia de productos tóxicos.
Las aguas del Guadaíra han vuelto a cubrirse con el característico color negro que evidencia la llegada de pesticidas o alpechín (producto resultante del aderezo de al aceituna, altamente contaminante). Los efectos del vertido se pueden contemplar a lo largo del tramo urbano del río por Alcalá de Guadaíra.
Cientos de ciudadanos lo han podido ver paseando a la altura de los molinos de La Tapada, El Algarrobo, San Juan, Benarosa y Las Aceñas. Las escasas precipitaciones registradas a lo largo de la pasada semana no han podido difuminar la existencia del vertido.
Para los ecologistas alcalareños "esta triste realidad vuelve a demostrar que todavía se está lejos de alcanzar un río vivo y limpio pese a que desde la Administración se publicite que la recuperación de las aguas en la cuenca del Guadaíra es un hecho".
Los integrantes de esta entidad ecologista insisten en que el Programa Coordinado de Recuperación y Mejora del río Guadaíra que fue aprobado en 1.996 y tenía una duración de siete años, debería haber concluido en 2.003, por lo que sufre un considerable retraso.
Para los responsables de Alwadi-ira "a día de hoy son todavía muchas las actuaciones que quedan pendientes de ejecutar tanto dentro del Guadaíra Blanco como en el Guadaíra Verde".
Lucha incesante . Por su parte, el Ayuntamiento alcalareño y su alcalde Antonio Gutiérrez Limones llevan años abanderando la lucha por la descontaminación del acuífero llegando a denunciar al Estado Español en Bruselas (denuncia que sigue su curso).
Recientemente el alcalde anunciaba una fuerte inversión de cuatro millones de euros por parte del consistorio y la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir para aumentar el parque de ribera regenerando las márgenes del río.
