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El rock no tiene maestros

Un grupo de profesores de Málaga crea una banda de rock para trasmitir valores a sus alumnos. La escuela ha marginado del currículum oficial la música popular y ésta se se ha vengado en sus letras.

el 30 ene 2011 / 20:30 h.

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Hay un grupo de profesores de Málaga que, viendo lo difícil que era captar la atención de sus alumnos en el aula, decidió formar una banda de rock: la Campanillas Blues Band. Los maestros cambiaron el rol al transformarse en rockeros, y al hacerlo su mensaje encontró el público que no habían logrado impartiendo lecciones en clase. "Transmitimos lo mismo: educación en valores, concienciar sobre la emigración, rechazo a las drogas y a la violencia machista, pero con rock and roll", dicen.

 

La Campanillas Blues Band se sacó de los acordes un concepto ajeno a los libros de texto: el rock educativo. Con El blues del pasota puso ritmo a una crítica que, de otro modo, los alumnos nunca se habrían parado a escuchar: "De ser un tío educado, paso / También de ser aseado, paso / De cumplir con mis deberes, paso / De reciclar los papeles, paso / Con mi suerte echo un pulso, paso de todo menos de curso". Su iniciativa tuvo tanto éxito que se fueron de gira por colegios e institutos de Málaga. En los conciertos, proyectaban las letras en una pantalla detrás del escenario, para que los chicos las coreasen. La Consejería de Educación, entusiasta con cualquier proyecto que se sale del renglón curricular, les otorgó una placa al mérito educativo hace un par de años.

El rock and roll y el pop tienen una poderosa influencia en los adolescentes. Sorprende que Educación no haya recurrido nunca a la cultura popular para transmitir valores sociales que tanto predican en decretos, normas y discursos. "Manu Chao posee un discurso social que impregna más la conciencia de los jóvenes que cualquier profesor", comenta Jaume Martínez Bonafé, titular de Didáctica en la Universidad de Valencia. Bonafé ha publicado varios trabajos sobre la representación de la escuela y el perfil del maestro en la música moderna."Tradicionalmente, la escuela ha dado la espalda a la cultura popular y a todas las expresiones artísticas que salían de la calle, que paradójicamente son las que manejan e identifican a los estudiantes", dice. La administración educativa andaluza -y la madrileña o la catalana- gastan miles de euros en campañas publicitarias que buscan "dignificar al maestro" a través de la radio y la televisión. Su impacto es, cuanto menos, dudoso, sobre todo si se compara con la repercusión de cualquier éxito musical.

Sin embargo, en la mayoría de las canciones que tratan de la escuela, el profesor no sale bien parado. Históricamente la educación ha marginado al rock. Jamás ha formado parte del currículum oficial, tampoco ninguna expresión artística fuera de los márgenes de la alta cultura. No es de extrañar que cuando el rock regresó a las aulas, lo hiciera para vengarse.

En La casa por el tejado, el cantante de Fito y Fitipaldis se quejaba de sus años de Primaria: "el colegio poco me enseñó... si es por esos libros nunca aprendo", decía. Mucho más dura fue la venganza de Tequila en el tema Matrícula de honor: "Los profes van pidiendo un buen comportamiento/ hablando sin parar /Son viejos y aburridos, que cruz me tengo que aguantar / me entra por una oreja, por la otra se me va / un día en el colegio... es un muermo total". El rapero Nach no es tan revanchista, pero sí es crítico con el sistema escolar en su canción Chico Problemático: "En los parques ya no hay niños, Internet los atrapó en sus redes/ Ahora el chico cometerá delitos leves/Por todo aquello que no tiene, no tiene capacidad, teme la responsabilidad / Y la verdad no sé si es un problema de la LOGSE / De un gobierno que os quita el futuro y luego os vende un Porche".

En el panorama musical internacional hay ejemplos más versátiles. En School´s Out (Fuera del colegio), Alice Cooper gritaba "¡No más lápices! / ¡No más libros! / ¡No más maestros sucios!" y fantaseaba con la idea de que "¡La escuela ha volado por los aires!". El cantante de Van Halen, estrella del rock duro, le dedicó un tema a su maestra en el instituto, pero sólo por su aspecto físico (Hot For Teacher-Loco por la maestra-).

Y, claro, están los Pink Floyd y su We don´t need no education, del album The Wall, cuya traducción sería: "No necesitamos educación / No necesitamos control mental / Nada de oscuro sarcasmo en la clase / Profesores, dejad solos a los alumnos / ¡Eh!, profesores, dejadlos solos". El estribillo fue un grito de protesta contra el opresor sistema de enseñanza británico de los 70, pero luego se popularizó como un himno a la libertad de conciencia individual. Se coreó tanto en la manifestación de maestros contra la reforma escolar del Gobierno de Aznar (2003), como en la protesta de la Iglesia contra la ley educativa de Zapatero (2005). "El rock siempre ha sido crítico con la escuela oficial, y la escuela no ha sabido revertir ese discurso a su favor para fomentar el espíritu de protesta de sus alumnos, quizá porque no querían enseñarles a protestar", dice Bonafé.

Lo desconcertante de todo esto es que el profesorado andaluz que ahora ronda los 60 -más del 40%- se crió con la canción protesta de Serrat, de Paco Ibáñez o de Silvio Rodríguez, que cantaba aquello de: "¡Ésta es la nueva escuela/ ésta es la nueva casa/ Casa y escuela nuevas/ como cuna de nueva raza". Pese a todo, también el rock español tiene alegatos a la escuela, como el tema Los maestros, de Barricada: "Déjame que en estas líneas escritas regrese a los maestros/ Que dieron su vida y su sangre por dar al pueblo conocimiento".

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