Economía

"El rótulo más difícil de montar fue el de la Torre Schindler de la Expo"

De botones de la aeronáutica CASA a crear la mayor empresa de rótulos de Andalucía, Luminosos Giralda , que trabaja para las grandes cadenas comerciales

el 16 abr 2011 / 20:30 h.

Antonio Carranco, en las instalaciones de Luminosos Giralda, situadas en el Polígono Store de la capital hispalense.

Antonio Carranco Spínola nació hace 68 años en Alanís de la Sierra (Sevilla). Comenzó como botones en la compañía CASA y fue entonces cuando le entró el gusanillo del diseño gráfico. Se pasaba las tardes viendo dibujar a los delineantes. Después, gracias a un curso a distancia y a la práctica, empezó a trabajar para empresas de rótulos, aunque más tarde decidió emprender la aventura en solitario. "Lo hacía todo con la escuadra y el compás", recuerda. En estos momentos está jubilado, aunque no deja de pasearse por la empresa para ver cómo va todo. Delega. Luminosos Giralda ha quedado en manos de tres de sus cuatro hijos, "que lo están haciendo estupendamente". Todo queda en familia.

-Su actividad comenzó hace más de 40 años. ¿Por qué el negocio de los luminosos y no otro?

-A finales de los sesenta había también bastante crisis y encontrar empleo era complicado. Los sueldos que se cobraban, además, eran muy bajos y, aunque tenía un trabajo, decidí dedicar unas horas extra a arrancar el negocio. Era delineante y trabajaba por encargo para otras empresas de rótulos. Cuando acumulé un tiempo de experiencia, decidí intentar la aventura en solitario. De hecho, empecé haciendo cosas desde casa.

-¿Cuándo pegó el salto para convertirse en un referente?

-Una vez que decidí tirar con la empresa y dejar el otro trabajo, me fui a un local y poco después se vino a trabajar conmigo mi hermano. Entre los dos fuimos creando poco a poco esto. Llegamos a tener hasta 30 empleados. Ahora son algo más de 20. En cualquier caso, no estamos sufriendo mucho la crisis económica.

-¿Cuáles han sido los mejores y los peores momentos al frente de la empresa?

-Los peores coincidieron con las crisis del 73, la del 81 y 82 y la del 93, justo después de la Expo. En cualquier caso, siempre hemos ido salvando los momentos difíciles. En cuanto a los momentos buenos, en 1978 empezamos a trabajar con el grupo El Corte Inglés, y fue cuando dimos el salto más importante. A partir de entonces se ampliaron las instalaciones y gracias a ellos estamos trabajando en toda España, en las islas y también en Portugal.

-¿Ha sido siempre su principal cliente?

-Sí. Todo arrancó con el Hipercor de Sevilla, el primero que se montó en España, donde hicimos trabajos tanto de exterior como de interior. Gracias a eso luego fuimos a Madrid y al resto de España. De hecho, gran parte de los luminosos existentes en los distintos establecimientos de El Corte Inglés del país está hecha por nosotros, sobre todo los interiores. De todas formas, también hay proveedores de Barcelona y Madrid que trabajan para esta cadena de distribución comercial. Ahora existe más competencia, se mira más el precio debido a la crisis económica actual. De hace cuatro años para acá se nota mucho y nuestros clientes, lógicamente, tratan de buscar un ahorro de costes. Hay que tener en cuenta, asimismo, que éstos se encarecen cuando hay que desplazarse a algún sitio, por lo que optan más por proveedores locales, más cercanos. Aun así, no nos falta trabajo fuera de Sevilla y Andalucía. Al contrario, cada vez salimos más.

-¿Y qué otros clientes destacaría?

-Hay muchos. Realizamos instalaciones importantes cuando desapareció Galerías Preciados y tuvieron que modificarse todos los rótulos para pasar a ser El Corte Inglés. Algo parecido sucedió con Carrefour, antes las cadenas Continente y Pryca. También hemos realizado instalaciones para los supermercados MAS y Arance La Ballena. En el inicio, el salto más grande vino de la mano de Astilleros de Sevilla, a los que se le hacían los rótulos de placas de latón, grabados y demás. En 1973 había mucha actividad en la planta, de hecho salía casi un barco por mes. Ello requería la fabricación de miles de rótulos y eso fue muy importante para nuestro impulso.

-Me dijo antes que la crisis no la estaba notando mucho...

-Se ha diversificado la cartera de clientes y tenemos los de toda la vida, que siguen contando con nosotros. Además, para afrontar la situación, se redujo la plantilla porque había contratos por obra.

-¿No han pensado en abrir delegaciones en otros lugares?

-No, queremos que el negocio quede concentrado en Sevilla. No es rentable abrir delegaciones en otros sitios. Si vamos a La Coruña, como ahora, donde estamos trabajando, no se abre un sitio nuevo allí, porque la duración del trabajo es muy concreta. En algún momento pensamos en montar una instalación logística en Madrid, para cubrir desde allí otros puntos como Valencia, Barcelona o Bilbao, pero vimos que no salía rentable. Necesitaríamos tener unas naves muy grandes, porque algunos de nuestros rótulos miden más de 30 metros, así que nos merece más la pena llevarlos desde aquí en camiones especiales.

-¿Y salidas al exterior?

-Fuimos a Portugal con El Corte Inglés, pero fue algo puntual, para montajes en Lisboa y en otras ciudades lusas. Todos los trabajadores son nuestros, entre otras cosas porque El Corte Inglés es muy estricto en este sentido y subcontratar es complicado. Además, el trabajo se realiza aquí y sólo hay que desplazarse a esas ciudades unos 20 días, el tiempo necesario para el montaje.

-¿Cuál es el rótulo que recuerda con más cariño y cuál el que considera más extraño?

-Con cariño todos, aunque uno de los más grandes que nos han encargado últimamente ha sido el de Bricor de Sevilla Este. Es de diez metros por diez metros cuadrados, una barbaridad, porque supone más de 90 metros de rótulo. También hemos realizado trabajos en curva y sobre cristales para El Corte Inglés. Pero el más difícil fue el que hicimos para la Torre Schindler de la Expo, porque iba colgado de una altura de 30 metros. Vinieron especialistas de otros países para ver cómo podía llevarse a cabo el montaje.

-¿Qué proyectos va a acometer en un futuro inmediato?

-No hay una carga de trabajo fija. Estamos ahora en La Coruña, pero es complicado determinar lo que vamos a tener en un año. Hay que mirar de tres meses en tres meses, ya que, cuando te hacen un encargo, los clientes lo quieren para ayer. Hubo una época en la que se hicieron muchos rótulos para negocios de pollos asados. Ahora se están pidiendo muchos para el tema de comprar oro.

-¿Y el diseño también lo hacen en su empresa o sólo la fabricación?

-También lo hacemos nosotros. Tenemos personal especializado para ello. Antes estos trabajos se hacían artesanalmente, aunque ahora con los programas de ordenador se hace bastante bien.

-¿Cuál es su posicionamiento en el mercado?

-Estamos considerados los primeros de Andalucía, nadie nos hace sombra, tanto en volumen de trabajo, como en personal y en prestigio. Llevamos más de 40 años con el negocio y, a la calidad, hay que sumar la formalidad como requisito indispensable para mantenerse. Es difícil trabajar con una empresa como El Corte Inglés tanto tiempo. Nosotros, 30 años.

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