El Grupo Santander redujo un 4,5% su beneficio neto en el primer semestre del año debido al aumento de las provisiones, a las que este año destinará 10.000 millones. No obstante, y pese a ese ligero descenso, logró anotarse unas ganancias de 4.519 millones de euros y sigue decidido a mantener el liderazgo mundial.
"No es por presumir, pero vamos a ser los primeros del mundo por beneficio en este semestre a excepción de los chinos y al cierre del año aspiramos como mínimo a repetir el resultado de 2008", aseguró el consejero delegado de la entidad, Alfredo Sáenz, tras presentar las cuentas.
El consejero delegado admitió, sin embargo, que la situación económica sigue siendo complicada, lo que se refleja en la calidad crediticia y por ende en las dotaciones a provisiones.
Al respecto, adelantó que el grupo destinará a este capítulo unos 10.000 millones en el conjunto de 2009, después de haber dotado ya 4.500 millones en el primer semestre, y en la misma línea de 2008, cuando destinó a este fin 10.160 millones.
En cualquier caso, aseguró que el Santander tiene un colchón de provisiones genéricas suficiente para aguantar durante ocho trimestres más, hasta 2011.
La tasa de morosidad, de hecho, subió hasta el 2,82% al cierre de junio, frente al 1,34% de un año antes, si bien esta cifra, insistió Sáenz, está por debajo de la media del sector "y así seguirá".
A pesar de la crisis, la diversificación tanto geográfica como de negocio permitió al grupo aumentar casi un 16% los créditos a la clientela, hasta 694.068 millones, y casi un 30% los depósitos, hasta los 483.774 millones.
En cuanto a la solvencia del grupo, el core capital -capital y reservas sobre activos ponderados por riesgo- se situó en el 7,5%, frente al 6,3% de un año antes.
Sobre el dividendo, Sáenz insistió en que el grupo no tiene intención alguna de modificar su actual nivel de pay out (porcentaje de beneficio que se dedica a dividendos), que está establecido en el 50%, como recomienda el supervisor, recordó.
Por áreas geográficas, en Europa continental, donde ganó 2.657 millones (el 13% más), destacaron las ganancias de la filial británica, Abbey, que ascendieron a 885 millones, un 41% más, mientras en Iberoamérica obtuvo un beneficio neto de 1.806 millones de euros, el 4% menos.
De Iberoamérica, Sáenz señaló que la entidad prevé sacar a bolsa un 15% de su negocio brasileño, algo que hará mediante la emisión de acciones nuevas. Aseguró que el objetivo es dotar de más capital a esta entidad y no acometer nuevas compras.
Además, admitió que el banco negocia la venta de sus unidades de seguros en Argentina, Chile y México, aunque las negociaciones están en fases preliminares.
Respecto a España y la reestructuración del sistema financiero, aseguró que el Santander no tiene interés en desempeñar ningún papel y añadió que, "si se conduce bien", de la crisis saldrá un sector más fuerte y mejor. España aporta menos del 30% a los beneficios totales del grupo y, por tanto, es "importante pero no decisiva".
