La hermandad de la Soledad de San Buenaventura tendrá que seguir buscando un templo desde el que poder salir con el Cristo de la Salvación. A la negativa rotunda de los franciscanos del convento de Carlos Cañal a albergar un segundo paso en su iglesia, se ha unido ahora el rechazo -almibarado, si se quiere- de la comunidad de los carmelitas del Santo Ángel a abrir las puertas de su iglesia para que la cofradía del Viernes Santo pudiera realizar su estación desde la calle Rioja con un segundo paso.
Según adelantó anoche el programa El Llamador, de Canal Sur Radio, la comunidad de carmelitas del Santo Ángel, que dirige el prior Juan Dobado, ha redactado una carta en la que, de forma cariñosa, se comunica a la junta de gobierno su decisión de no acoger la estación de penitencia de la hermandad, fundamentalmente para no crear un conflicto con la comunidad de los franciscanos de San Buenaventura.
Con esta decisión de los carmelitas del Santo Ángel se desvanece la opción preferencial de la hermandad de la Soledad en su búsqueda por rastrear posibles templos receptores para acoger la salida de la cofradía con un segundo paso. La iglesia del Santo Ángel reunía, en principio, todos los condicionantes requeridos: cabía el paso de Virgen; por su ubicación, posibilitaba el encaje de la cofradía sin alterar demasiado los horarios y recorridos actuales del Viernes Santo; y, sobre todo, permitía a la corporación mantener su casa de hermandad en un radio de acción cercano al templo.
Después de este revés, la hermandad podría barajar otras opciones para hacer las maletas y lograr el sueño de sacar en procesión al Cristo de la Salvación. La otra opción que suena con fuerza es el templo de la Anunciación.
