La caída de turistas nacionales está detrás del descenso de la actividad turística. - Javier Cuesta
Tras un 2011 en el que la economía sevillana aguantó el tipo y consiguió cerrar con un crecimiento del 0,8%, 2012 volvió a convertirse en un año negro para la provincia que se saldó con una contracción económica del 1,9% de su Producto Interior Bruto (PIB). Esta cifra, que es la que estiman los economistas del servicio de estudios de Unicaja, desgrana que en el último trimestre del año pasado la actividad retrocedió un 2,4% en Sevilla por la debilidad de la demanda, es decir, del consumo, y por la caída de actividad de la construcción y el turismo. El comportamiento fue ligeramente mejor que el andaluz, que cerró con una caída más intensa (-2,6%), según el último informe publicado por Analistas Económicos de Andalucía.
Que la construcción continúe su ajuste tras el pinchazo de la burbuja inmobiliaria, que siga digiriendo el abultado stock sin vender y que sufra en paralelo el parón de la obra pública y la falta de inversión privada no sorprende a nadie. Pero que el turismo, que es uno de los puntales de la economía sevillana, muestre signos de debilidad es una cuestión más preocupante, sobre todo, por el peso que el empleo en el sector servicios tiene sobre la masa laboral de la provincia. No en vano, casi ocho de cada diez sevillanos que trabajan lo hace en esta rama de actividad, que ha ido ganando posiciones conforme lo ha ido perdiendo la construcción, según precisa el informe.
Además, los indicadores que están vinculados al sector turístico tampoco presentan perspectivas muy halagüeñas en los primeros meses de 2013. Así, por ejemplo, la cifra de viajeros alojados en establecimientos hoteleros alcanzó entre enero y febrero los 274.100, un 10,6% menos que en el mismo periodo del año anterior, frente a las caídas del 8,5% y 8,3% experimentadas a nivel andaluz y nacional, respectivamente. ¿El motivo? Casi un 16% menos de turistas españoles, frente al 3% de caída de viajeros extranjeros.
Otro dato. Las pernoctaciones sumaron 485.900, cifra un 11% inferior, que también se explica porque los residentes nacionales redujeron casi un 21% sus noches de hotel, frente al 1,5% que los foráneos las incrementaron. Fue una tendencia que compartió el resto de provincias andaluzas a excepción de Málaga y Córdoba.
Más cifras. El grado de ocupación hotelera en los dos primeros meses del año se situó en el 30,7% (temporada baja) pero es un dato un 3,6% inferior al de hace un año. A pesar de ello, Sevilla fue la única provincia andaluza que aumentó la oferta de plazas hoteleras, hasta superar los 26.824, un 1,3% más, frente al retroceso en las demás.
En enero el tráfico de pasajeros en San Pablo descendió un 14,2%, hasta los 243.000, si bien fue más comedida la caída de viajeros internacionales (5,2%), hasta los 79.100.
Por su lado, el ajuste del sector de la construcción se constata con realidades como el desplome de las viviendas iniciadas entre enero y junio de 2012 534 y un hundimiento del 67,5%; el volumen de licitación pública en enero de 2013 6,6 millones, cuantía un 57,6% inferior a la de enero de 2012, o la caída del 41% de las hipotecas a viviendas.
El servicio de estudios de Unicaja también pronostica el comportamiento que tendrá la economía de la provincia al cierre del presente año. Así, para 2013 estima que se contraerá un 1,5%, en línea con el descenso nacional (-1,5%) y algo mejor que la previsión del PIB andaluz (-1,6%).
Eso, a falta de conocer qué impacto tendrá sobre las economías locales la última revisión del cuadro macroeconómico del Gobierno, que retrasa hasta 2016 la fecha en la que el crecimiento podrá ir acompañado de una perceptible creación de empleo, el principal problema del país.
