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El Sentencia presidirá el altar al salir la Macarena al Olímpico

La hermandad mantendrá sus cultos a pesar de la salida de la Virgen

el 31 may 2010 / 18:00 h.

El Sentencia, en un besamanos en la basílica.

El traslado de la Macarena al Estadio Olímpico para presidir la beatificación de Madre María de la Purísima ofrecerá una imagen casi inédita en la Basílica. Una vez que la Virgen de la Esperanza salga del templo en la mañana del 18 de septiembre será el Cristo de la Sentencia quien presida el altar y los cultos que la hermandad tenía previsto realizar ese día.

La decisión fue adoptada por la junta de gobierno de la corporación macarena en una reunión mantenida a finales de la pasada semana -sin el hermano mayor, todavía convaleciente de su operación en la cadera- y en la que tuvieron en cuenta las quejas recibidas por las parejas que van a celebrar su boda el 18 de septiembre en la Basílica. Ha sido éste uno de los principales argumentos tenidos en cuenta por la hermandad de la Macarena que, si bien no ha querido hacer oficial el número exacto de parejas que tenían esa fecha elegida para contraer matrimonio, tenía comprometida para esa fecha entre dos y cinco bodas, si tenemos en cuenta la media de enlaces que se suelen celebrar los sábados en el templo macareno.

La decisión no sólo afecta a las bodas sino también a los horarios de misa que la Basílica ofrece a sus fieles. Desde la llegada del Rector al templo, la hermandad vio ampliado el horario de misas para dar servicio a la demanda que tenía el templo. Unas eucaristías que el propio Rector ha decidido mantener a pesar de la ausencia de la Virgen de la Esperanza y de la procesión extraordinaria vespertina que presidirá la Macarena en la tarde del 18 de septiembre hasta la Basílica.

Lo cierto es que, finalmente, las parejas afectadas encontrarán en el templo una imagen casi inédita con el Cristo de la Sentencia presidiendo el altar mayor que sólo se produce cuando preside el Quinario en Cuaresma. Al respecto, la hermandad aún no ha decidido si ocupará el camarín de la Virgen -algo que parece poco probable- o si se instalará en un altar efímero similar al que ocupa durante sus cultos.

El mantenimiento de la apertura diaria de la Basílica, a pesar de la ausencia de la Macarena, tiene un precedente que se produjo en el año 1989. Por aquel entonces la Virgen se trasladó a la Catedral para presidir un triduo conmemorativo del 25 aniversario de su coronación canónica. Durante estos días del mes de mayo, la Basílica se mantuvo abierta al público pese a que, finalmente, la lluvia obligó a que la Macarena estuviera siete días -cuatro más de lo previsto- fuera de su templo.

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