El hijo de Ortega Cano tiene fijado el 13 de marzo el juicio por una agresión tras no llegar a un acuerdo previo. /
Desde abril de 2005 la Fiscalía sevillana tiene a disposición de los abogados un servicio de conformidades que permite negociar un acuerdo previo que evite ir a juicio. El año pasado el 45% de los asuntos en los que se optó por esta vía lograron cerrarse sin necesidad de que el acusado se sentara en el banquillo. Los dos requisitos fundamentales, sin los que no se puede iniciar una negociación, es que el acusado reconozca los hechos que se le imputan y que haga frente a las responsabilidades civiles impuestas por el delito cometido.
El pasado 19 de febrero los abogados en la causa por la agresión protagonizada por el hijo del extorero José Ortega Cano, José Fernando Ortega Mohedano, con cinco amigos más comenzaban eran citados por el Juzgado de lo Penal número 5 para intentar cerrar un acuerdo previo, que finalmente no cuajó. No es el único caso que en los juzgados sevillanos se trata de alcanzar una conformidad para evitar llegar a juicio. De hecho, la Fiscalía sevillana negoció 131 casos en los que los abogados recurrieron al servicio de conformidades que funciona desde hace casi nueve años. En 60 de ellos hubo acuerdo, mientras que en otros 60 no fue posible alcanzarlo y se acabó celebrando el pertinente juicio. Los otros 11 se cerraron por alguna vía distinta, como por ejemplo que el abogado o el acusado no se haya presentado.
Para optar por esta vía, son los propios abogados los que tienen que pedir cita a la Fiscalía, que tiene fijado todos los jueves como el día para sentar en la mesa a las partes personadas en un caso y negociar con ellas. «Lo fundamental para empezar a negociar es que el acusado reconozca los hechos que se le imputan y que haga frente a la responsabilidad civil», explican desde la Fiscalía sevillana. A este servicio están destinados cuatro fiscales que son los que llevan a cabo la negociación, aunque en el caso de que haya acuerdo, siempre es la fiscal jefe de Sevilla, María José Segarra, la que lo supervisa y le da el visto bueno. «En cinco años no ha rechazado ninguno», apuntan las mismas fuentes.
Una vez que los abogados, siempre con el consintiendo del acusado y de la acusación particular en el caso de que esté personada, se inicia la negociación partiendo de la base «del escrito de acusación del fiscal», es decir, de la petición de pena que haga el Ministerio Público. «Lo habitual es que se acabe reducción la condena en un tercio», señalan. Además, supone para el acusado la posibilidad de revisar con detenimiento su caso, las posibles atenuantes, y no jugárselo todo cómo se practiquen las pruebas en el juicio. A esta vía, que puede resultar muy beneficiosa para el acusado, se puede acceder desde que se dicta el auto de apertura de juicio oral hasta la celebración de la vista.
Pero los beneficios que tiene este servicio de conformidades, no sólo son para el acusado, sino también para los testigos y peritos que tienen que acudir a un juicio y para el propio sistema. Si no se llega a juicio se evita tener que citar a las personas que tengan que prestar testimonio, con el consecuente ahorro de tiempo y coste para la Justicia.
Eso sí, en los casos en los que hay varios acusados no es posible negociar el acuerdo para uno de ellos, sino que tiene que ser completo. Este es precisamente uno de los escollos en el caso del hijo de Ortega Cano, al que se le pueden aplicar varias atenuantes, pero no así al resto de acusados, que ni siquiera han reconocido los hechos.
Desde su creación, el servicio casi ha logrado duplicar sus acuerdos, pues entonces de las 102 citas se lograron 30, un 29,4% del total. No obstante, además de estos acuerdos, en los juzgados sevillanos se dictan a diario sentencias por conformidad. En 2012, de las 5.694 sentencias dictadas entre los juzgados de lo Penal y la Audiencia, 3.076 lo fueron acordadas.
