El partido de anoche de Getafe resultó al espectador entretenido, loco y hasta bonito. Para el Sevilla el encuentro resultó nefasto, pésimo y altamente peligroso. La locura de partido del Alfonso Pérez complica en exceso el objetivo de la Liga de Campeones. Pero no sólo eso. A esta pelea hasta ahora bipolar con el Mallorca se suma el Villarreal, y hasta el Getafe, más atrás, por lo que la Liga Europa tampoco está asegurada para los de Nervión.
El Sevilla estuvo a punto de ganar merced a la tremenda calidad que atesoran sus atacantes. Luis Fabiano y Kanouté tiraron del equipo, pero las deficiencias superaron las aportaciones. Los fallos defensivos, incluido Palop, la deficiencia física, que hundió a los hispalenses en el momento decisivo, y el descenso del nivel con los cambios fue catastrófico en el desenlace del encuentro.
Un encuentro en el que el Getafe fue mejor que el Sevilla, bastante mejor por momentos. Como en la Copa, fabricó innumerables ocasiones, pero ayer Palop no tuvo su día. Marcó el conjunto de Míchel cuatro goles y envió tres balones a los palos. Con todo, y milagrosamente, el Sevilla se marchó al descanso con el resultado a favor. La efectividad y la elegancia de Luis Fabiano primero y Kanouté después ningunearon el despliegue de Adrián –dos palos, minutos 7 y 19, y un gol– y la movilidad de Miku, que también se estrelló contra la madera (22’). Todo fue fruto de una mayor posesión, que rozó el 70% por parte de los azulones en varias etapas, y un mejor juego. Pero la pegada de Luis Fabiano y Kanouté no entiende de barcos.
Con el resultado a favor sí que creció el Sevilla. Acorraló a los locales y a punto estuvo de poner tierra de por medio en sendas ocasiones de Adriano y Luis Fabiano, que se topó con la madera. Pero el incansable Getafe seguía con un ritmo alto que pasó factura a los sevillistas. Pedro León metió a su equipo de nuevo en la pelea batiendo a Palop (58’), a lo que respondió Luis Fabiano con un golazo (60’). Quedaba media hora y el resultado estaba a favor (2-3), pero entonces el equipo de Álvarez comenzó a flaquear. Stankevicius se fundió, Luis Fabiano se agotó, Adriano se esfumó y Lolo, Romaric y Negredo ni dieron aire ni ayudaron. Casi lo contrario. El Getafe lo aprovechó y siguió acercándose con peligro a Palop. Antes de que Manu hiciera el 3-3 ya León y Casquero pudieron haber marcado.
Para colmo, en los últimos minutos Kanouté fue expulsado rigurosamente (84’) y el Sevilla se quedó sin pólvora. El Getafe tocó a rebato y Parejo decidió el partido con un penalti –clarísimo de Lolo– que tuvo que lanzar dos veces, y que por dos veces marcó para dejar al Sevilla tocado y cada vez más lejos de su objetivo.
