La crisis se acentúa. Son ya ocho los partidos (seis jornadas de Liga más los dos de Champions ante el CSKA) que lleva el Sevilla sin ganar. El primer capítulo del cambio de entrenador no ha dado frutos, entre otras cosas porque ni Antonio Álvarez ha tenido tiempo de dejar su sello ni los jugadores muestran una mejoría en su rendimiento. Pese a todo, la última jornada, con derrotas de Valencia, Mallorca y Deportivo, ha sido propicia para los intereses sevillistas. Es la lectura positiva, además de estar clasificados para disputar la final de Copa, que se puede hacer llegados a estos últimos días de marzo.
En cualquier caso, llama poderosamente la atención ver el profundo bache del conjunto nervionense en el Campeonato Nacional de Liga. Seis las jornadas consecutivas sin saber lo que es ganar en las que ha sufrido tres derrotas (Real Madrid, Espanyol y Villarreal) y ha logrado tres empates (Athletic, Deportivo y Xerez). Para recordar algo similar hay que remontarse en el tiempo. De hecho, la racha actual es la peor desde la que se vivió en el arranque de la temporada 2002/03.
Con Joaquín Caparrós en el banquillo, aquel Sevilla encadenó cuatro empates y dos derrotas. El Celta ganó (0-1) en el Sánchez Pizjuán en la primera jornada de Liga y posteriormente el equipo de Nervión empató, de forma consecutiva, con Atlético de Madrid (1-1), Athletic (1-1), Espanyol (0-0) y Betis (1-1), antes de volver a caer, en Pamplona (2-1). Esta preocupante serie de resultados situó al equipo en el décimo octavo puesto de la clasificación. Su único consuelo fue que en medio de ella consiguió un triunfo en Copa del Rey (por 0-3 en el campo del Jaén).
La primera en Liga de esa temporada se demoró hasta la séptima jornada, cuando Antoñito, hoy jugador del Xerez, firmó dos goles que tumbaron (2-1) al Valladolid en casa.
SENSACIONES PREOCUPANTES. A los actuales seis partidos de Liga sin ganar hay que añadir los dos de Champions que terminaron apeando al Sevilla del torneo continental, vaparalo que ha dejado muy tocado al equipo. Fundido físicamente, desorientado, con errores a veces inusuales -como los de Palop y Luis Fabiano en Villarreal- y sin poder disponer de jugadores clave por lesión, las sensaciones no son nada buenas.
Antonio Álvarez, que ya vivió una situación similar cuando era segundo de Caparrós, comenzará a preparar hoy el partido del próximo sábado contra el Tenerife. La reacción urge. Quedan 27 puntos en juego. Desbancar al Valencia -ocho de ventaja a su favor más el average particular- del tercer puesto es complicado. El objetivo más cercano y lógico a día de hoy es el cuarto puesto.
