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El sol eclipsa el miedo a ETA

Ni anulaciones de reservas, ni hueco en las playas, ni menos visitantes en la Feria. Los veraneantes de la Costa del Sol decidieron hacer oídos sordos a los tres artefactos que colocó el domingo la banda terrorista ETA. Sólo el Gobierno británico difundió un comunicado de alerta. Foto: El Correo.

el 15 sep 2009 / 10:07 h.

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Ni anulaciones de reservas, ni hueco en las playas, ni menos visitantes en la Feria. Los veraneantes de la Costa del Sol decidieron hacer oídos sordos a los tres artefactos que colocó el domingo la banda terrorista ETA. Sólo el Gobierno británico difundió un comunicado de alerta.

"Nada, nada, estamos completo. Totalmente tranquilo. La gente ya ni siquiera pregunta y siguen llegando clientes con su reserva. ¿La playa? Llena hasta la bandera". Lo cuenta con alegría al teléfono Bárbara, recepcionista del Hotel Tryp Guadalmar, el establecimiento junto al que el domingo, cerca de la una de la tarde, estalló una de las tres bombas colocadas por la banda terrorista ETA.

El miedo, aseguran distintos portavoces del sector turístico, no existe o al menos, se disimula pese a que ETA perturbara la tranquilidad de la Costa del Sol por segunda vez este verano. Eligió un fin de semana punta en Málaga, en pleno puente de agosto, coincidiendo con la operación retorno de parte de los veraneantes y con la Feria de la capital en marcha. La Costa del Sol ha sido objetivo frecuente de ETA y ha sufrido una veintena de los 163 atentados contra intereses turísticos cometidos por la banda terrorista. Una estrategia que arrancó en 1979, precisamente en Torremolinos. Pero la marca resiste, con buenos datos incluso con crisis.

Las más de 10.000 personas que la noche del domingo coparon algunos minutos de los informativos nacionales mientras recogían nerviosos bolsas, sombrillas y sillas en un multitudinario desalojo de las playas de Benalmádena, volvieron ayer a conquistar su trocito de arena, informó el Ayuntamiento. El calor apretó y la amenaza de alerta amarilla por las altas temperaturas ganó la partida. Tampoco en la Feria de Málaga "se notó nada", aseguró el alcalde, Francisco de la Torre. La noche del domingo en el concierto de Diana Navarro se colgó el cartel de lleno aunque los nervios estaban a flor de piel. Un problema de sonido asustó a unos cuantos espectadores que abandonaron el recinto tras el estruendo.

El presidente de la Asociación de Empresarios de Hostelería de Málaga, Rafael Prado, aseguró que "la vida sigue normalmente" y que no hubo alteraciones "excepto las provocadas por los sistemas de seguridad".El vicepresidente de las Agencias de Viajes Asociadas de Andalucía, Luis Pérez Gascón, auguró que las reservas turísticas en la Costa del Sol no se resentirán y lamentó los "trastornos" ocasiones a los turistas, que tuvieron que abandonar las playas o sufrieron largas colas para llegar al aeropuerto. Dependerá de la "publicidad"que se le dé a lo ocurrido, aseguró Pérez Gascón, que confió en que la repercusión sea menor en el extranjero.

El discurso de la calma lo rompió el Gobierno británico que colgó en la web del Ministerio de Exteriores nuevas recomendaciones. 17 millones de británicos viajan a España cada año, recuerda, y les alerta de que "los atentados pueden ser indiscriminados, incluso en lugares frecuentados por expatriados y extranjeros". El Gobierno británico liga la amenaza de ETA con el terrorismo islámico y en el tercer punto de sus recomendaciones narra que "en marzo de 2004, 192 personas murieron y alrededor de 1.400 resultaron heridas con el ataque de bombas a tres trenes en Madrid".

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