Arte, Información y Gestión (AIG), la empresa de Cajasol dedicada a las subastas de arte, vendió ayer por 160.000 euros -su precio de salida- el óleo sobre lienzo Niña en la playa del Cabañal, obra de Joaquín_Sorolla, colocando así el lote de más valor de su puja de otoño, celebrada como cada edición en el centro cultural de la calle Laraña.
La pieza se adquirió en sala, tras una única oferta efectuada por un hombre que se registró a título particular en la subasta, portando la paleta 656. Presente desde que arrancó la venta, el comprador aguardó tres horas hasta que llegó el turno del sorolla. Tras adjudicarse la obra, se marchó sin querer hacer declaraciones a la prensa.
La venta de este lote y de otros dos de gran valor -un bacarisas por 36.000 euros y un tapiz del siglo XVII por 40.000- lograron salvar una subasta que se caracterizó por la escasez de pujas y evidenció que el mercado del arte no escapa de la crisis económica. En total, ayer salieron a la venta 742 lotes de pinturas, esculturas y joyas valorados en más de dos millones de euros. Sin embargo, la venta sólo ascendió a 600.000 euros, es decir, ni un 30% de su valor.
"La adjudicación del sorolla ha sido un éxito, porque era la obra de portada de nuestro catálogo y la de más valor, pero había piezas interesantísimas, obras de museo que se han quedado sin comprador. La oferta era muy buena y la demanda no ha estado a la altura", comentaba al término de la puja la directora de AIG,_Carmen_Aranguren, quien calificaba esta edición como "subasta de crisis".
El desinterés mostrado ayer en la sala de Cajasol no suele ser habitual en estas subastas._Las instituciones estuvieron desaparecidas. Ni la Junta de Andalucía, ni el Ministerio de Cultura, ni ayuntamientos, ni fundaciones -al menos, que hubieran asistido identificadas como tal-.
Se quedaron sin vender las principales piezas del catálogo. Ni la vajilla de la Compañía de Indias, perteneciente a la dinastía Qing (1736-1795), que salió a pujas en 55.000 euros; ni la tabla de Hernando de Esturmio, que debió pertenecer a un retablo sevillano del 1550, que salió a 38.000 euros; ni las dos grisallas sobre cartón de Gonzalo Bilbao, a 10.000 euros cada una, encontraron comprador.
También se quedaron sobre la mesa el óleo Vals en palacio, de Eduardo León Garrido, que salió a 42.000 euros; la pintura decimonónica de José Villegas Nobleza y caridad, a 90.000 euros; el Retrato de joven, de Julio Romero de Torres, a 25.000 euros, o el lienzo Estío, de José Rico Cejudo, a 30.000 euros; entre otras muchas.
Sí tuvo gran demanda el apartado del siglo XX._Carmen Laffon volvió a triunfar con dos bodegones que salieron a 600 euros y se adjudicaron en 1.500 cada uno, así como la obra gráfica de Joan Miró, Antonio Saura y Antoni Tàpies, que se vendió al precio de salida en su mayoría.
En el apartado de curiosidades, una de las piezas adjudicadas fue la escultura Hombre herido, de Miguel García, por 13.000._Esta talla se esculpió originalmente para el monumento a Cernuda que estaba previsto en la Plaza de Molviedro, que nunca se llegó colmatar.
