Sandra Hidalgo
Las ONG españolas piden, de acuerdo con lo establecido por la ONU, que gobiernos, empresas y particulares aporten el 0,7% de su presupuesto a cooperación al desarrollo. La propuesta lleva dos décadas sobre la mesa. Ante la inoperancia de la sociedad se establecieron una serie de objetivos para el milenio por tramos y fechas. En 2008 había que alcanzar el 0,5%, pero la Junta de Andalucía, en este año 2009, aportó apenas el 0,4.
Sin embargo, el Gobierno andaluz afirmó en un comunicado emitido el 16 de junio que Andalucía es la autonomía que más aporta a cooperación internacional. La realidad es que otras comunidades mucho más pobres aportan un porcentaje mayor de su presupuesto a promover el desarrollo.
Efectivamente Andalucía es la comunidad autónoma que más dinero aporta a la causa, con 113 millones de euros, pero también porque tiene uno de los presupuestos más voluminosos de España. Y es que esos sólidos 113 millones que casi parecen centellear no suponen más que el 0,4% del presupuesto anual de la Junta.
Lo cierto es que ninguna autonomía llega al mínimo exigido, pero comunidades que cuentan con mucho menos capital duplican la aportación de Andalucía. Baleares, Navarra y Castilla La Mancha encabezan el pódium de la cooperación internacional, con un 0,6, 0,5 y 0,45%, respectivamente.
Este año la Junta presupuestó para el Parlamento andaluz 47,4 millones de euros, de los cuales 438.000 euros, o lo que es lo mismo, el 0,7%, ha sido destinado a la solidaridad internacional. El Gobierno andaluz reconoce que la crisis hace más complicado invertir en solidaridad. Según el comunicado emitido al respecto a principios de verano, la Junta "considera necesario reforzar la política de cooperación en línea con lo establecido en el Estatuto de Autonomía y en los Objetivos del Milenio de las Naciones Unidas, que persiguen erradicar la extrema pobreza en el mundo en el año 2015". Según esta filosofía, la Junta tendría casi que duplicar la actual aportación en el corto plazo de dos años, pues la apuesta personal del ex presidente Manuel Chaves era lograr el objetivo para el año 2012, lo cual parece una meta más que lejana cuando este año ni siquiera se ha llegado al 0,5% que se exigía para el 2008.
En septiembre del 2000 se firmó la Declaración del Milenio, un acuerdo firmado por 147 jefes de Estado que se reunieron en la sede neoyorquina de la ONU para trabajar por un mundo más seguro, próspero y equitativo. La declaración se tradujo en un plan de acción que creó ocho objetivos mensurables y con límite de tiempo que debían alcanzarse para el año 2015, conocidos como los Objetivos del Milenio. El Plan Anual de Cooperación Internacional (PACI) al que pretende acogerse el Estado español no hace más que recoger dichos objetivos.
La AOD (Ayuda Oficial al Desarrollo) es el indicador más habitual y más efectivo para medir la solidaridad internacional de los países donantes, es decir, de los más desarrollados. Según el Informe Sostenibilidad España 2008, "la AOD consiste en ayudas a fondo perdido o créditos, con al menos un 25% de liberalidad, que proporciona el sector público de los países donantes a los países en desarrollo". En España el Gobierno central aporta el 86,02% de las ayudas al desarrollo, seguido de las autonomías que representan el 10,4% y finalmente los gobiernos locales, que aportan un 3,26% del total.
Habrá que ver si el Gobierno andaluz seguirá el ejemplo de su propio Parlamento en los presupuestos del próximo año, el 2010. La coyuntura de crisis hace previsible una práctica congelación de estos fondos. A Presidencia le tocará arañar euros a Economía y Hacienda.
