Ni en 2008 ni en 2010, como se había anunciado. La Feria de Abril seguirá en Los Remedios durante todo este mandato municipal. Esto es, que no se irá al Charco de la Pava hasta, como mínimo, la segunda mitad de 2011 o 2012. Según fuentes de Urbanismo, es prácticamente imposible por la tramitación administrativa que conlleva.
Los terrenos del Charco de la Pava son de Patrimonio del Estado, ente estatal con quien la Junta mantiene un litigio por los suelos de Los Gordales. La Administración andaluza redujo la edificabilidad de tales terrenos en la última fase de tramitación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), algo que no acepta el Ejecutivo central pese a ser del mismo signo político -socialista- que los gobiernos local y andaluz. Los tribunales, por ahora, tienen la última palabra.
Con todo, la cesión de los terrenos de la futura Feria de Abril se antojan lejos en el tiempo y, además, penden del desarrollo de un proyecto de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) para recuperar y regenerar las márgenes del río en la zona. El recinto ferial tendrá que acoplarse en un parque fluvial.
De hecho, habrá que buscar una fórmula para que las calles del Real no pierdan su esencia. El problema del traslado, pues, no está sólo, a día de hoy, en la titularidad del suelo.
En un principio, el Ayuntamiento anunció que la Feria de Los Remedios sería historia (como lo es la del Prado de San Sebastián) en 2008. No obstante, en diciembre de 2006 ya lo pospuso hasta 2010. Ahora reconoce que la tramitación es larga y que los farolillos no se colocarán en el Charco de la Pava hasta el próximo mandato.
Según fuentes municipales, el Consistorio no ha decidido retrasar la mudanza, sino que la cesión del terreno (que no se prevé a corto plazo) y los trabajos posteriores impedirá que sea antes de 2011.
Además, aunque desde el Ayuntamiento lo nieguen, un cambio tan importante para la ciudad es poco probable que se lleve a cabo en un año electoral como 2011, ya que cualquier fallo en una materia tan sensible podría tener reflejo en las urnas y llevar al Gobierno local a los bancos de la oposición.
Aunque el Ejecutivo municipal siga trabajando en el proyecto sin levantar el pie del acelerador, lo cierto es que ya no se percibe el traslado de la Feria como una necesidad imperiosa, como sí ocurría hace unos años. La media que obliga a alternar las licencias de coches de caballos para oxigenar el real y la menor afluencia de personas en algunas jornadas hacen pensar que el recinto de Los Remedios tiene aún mucha vida.
