I. Comesaña
La sede de la Policía Local en la Macarena debía haberse mudado en mayo del año pasado, como prometió la entonces concejal de Seguridad, porque los agentes se agolpan en un edificio demasiado pequeño y deteriorado. Aunque en noviembre el nuevo edil llegó a visitar posibles sedes -también para el distrito Centro-, nadie ha pedido aún a los policías que hagan la maleta.
El distrito policial de la calle Fray Isidoro de Sevilla, cuya ruina lleva denunciando el sindicato de la Policía Local -Sppme- desde 2002, debía mudarse al antiguo distrito municipal de la calle Jorge de Montemayor porque en los 200 metros actuales no caben sus 87 policías. Y porque está destrozado del suelo al techo. Cuando la concejal Nieves Hernández anunció en marzo de 2008 el cambio de edificio de la Policía de la Macarena lo supeditó al traslado del distrito, cuya plantilla debía irse al antiguo mercado de la Barzola, donde a día de hoy ya se encuentra. Hacían falta unas obras de escasa importancia para adecuar estas instalaciones a las necesidades policiales, y a cambio tenía la ventaja de duplicar el espacio disponible ya que el edificio tiene casi 400 metros.
Aunque en teoría la solución estaba cerrada, el actual edil de Seguridad, Alfonso Mir, llegó a visitar varios edificios en noviembre de 2008. Un informe del área de Prevención de Riesgos Laborales había aconsejado trasladar también la sede policial del Centro porque presentaba grietas en paredes y techos, era muy pequeña y no cumplía las condiciones de seguridad. Por eso, Mir estudió si era posible alguna carambola para trasladar a la vez estas dos sedes, quizá reubicando al mismo tiempo algún otro servicio municipal.
Pero cinco meses después, ni en uno ni en otro caso se han producido cambios. El sindicato Sppme, mayoritario en la Policía Local, hizo en 2002 un informe sobre el mal estado del edificio de Macarena que hoy día sigue vigente. Sus policías explican que lo que llevan peor es la falta de espacio para taquillas y para cambiarse de ropa. Los agentes no pueden venir vestidos de uniforme de sus casas, deben hacerlo en las dependencias policiales, pero cuando coincide el turno que entra con el que sale la estrechez del vestuario les impide hacerlo al mismo tiempo. "Tenemos que esperar y vestirnos por turnos", explica uno de los 87 agentes destinados en la Macarena.
En la sede hay además mujeres policías, que se ponen el uniforme en el aseo, algo que es habitual en todas la dependencias policiales de Sevilla. Por otro lado, los desconchones en las paredes se aprecian a simple vista.
A los agentes les han avisado ya de que van a mudarse, pero por ahora no han empezado las obras en el distrito de la calle Jorge de Montemayor, aunque el área de Seguridad asegura que el proyecto ya está cerrado y a la espera de iniciar las reformas.
Urgencia. La situación es prácticamente idéntica en las oficinas policiales del Centro, situadas en la calle Crédito, que comparten sede con el distrito municipal. En octubre del año pasado, el área de Prevención de Riesgos Laborales alertaban de que este uso compartido restaba medidas de seguridad que el servicio policial debía de tener, por el continuo trasiego de visitantes; lamentaba la falta de espacio y el mal estado general del edificio y reclamaba un espacio para que la única mujer policía destinada allí pudiese cambiarse de ropa y guardar sus pertenencias. Por todo ello, pedía el traslado a otro lugar.
Seis meses después, pese a la urgencia que parecía desprenderse de ese informe, los policías tampoco se han mudado, por lo que el Sppme presentó en marzo una denuncia ante la Inspección de Trabajo que, de momento, no ha obtenido respuesta.
El mal estado es común en las ocho sedes policiales de Sevilla, aunque estas dos son las más deterioradas. El área que dirige Mir tiene un plan de renovación que en 2006 se plasmó en la construcción de dos nuevos edificios, en los distritos Sur -calle Alcalde Juan Fernández- y Este -calle Camino-. La intención es dar nuevos edificios a todos los distritos.
