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El tren al que hay que subir

Sevilla y Barcelona vuelven a verse las caras tras su reciente duelo en Copa. Esta vez, lo que se juegan son tres puntos de oro: aquel que los sume, subirá a ese tren que tanto espera. En el caso nervionense, ganar supondría situarse provisionalmente en zona UEFA y a un paso de la Champions.

el 14 sep 2009 / 23:52 h.

Sevilla y Barcelona vuelven a verse las caras tras su reciente duelo en Copa. Esta vez, lo que se juegan son tres puntos de oro: aquel que los sume, subirá a ese tren que tanto espera. En el caso nervionense, ganar supondría situarse provisionalmente en zona UEFA y a un paso de la Champions.

Desde la cuarta jornada, disputada allá por el mes de septiembre, el Sevilla no salía al campo como equipo provisionalmente situado en puestos de competición continental. Aquel día -lo que son las cosas- su rival era el Barcelona, al igual que esta noche, que acabó ganando en el Camp Nou (2-1).

Esa derrota fue el inicio de una mala racha en la que el equipo entonces dirigido por Juande Ramos pasó de ocupar el quinto escalón de la tabla a llegar incluso a situarse en el decimoquinto tras perder en casa con el Dépor. Pocos días después, el técnico manchego abandonaba el club y comenzaba la era Manolo Jiménez.

Ahora, cinco meses más tarde, el Sevilla tiene la posibilidad de dormir provisionalmente en zona UEFA. Para ello, necesita ganar esta noche al Barcelona. Si el Racing, sexto clasificado, no hace lo mismo mañana, el puesto pasaría a poder nervionense.

Además, y esto es lo que realmente importa, podría recortar distancias respecto a los puestos de Champions. Siete puntos le separan en estos momentos de tercer y cuarto clasificado (Espanyol y Villarreal, respectivamente) y, aunque nada es definitivo, sí es el momento idóneo para meterse de lleno en la lucha, de verdad.

El regreso de Kanouté y Keita supone un aliciente añadido para el equipo, ya que Jiménez recupera a dos habituales titulares que no juegan desde el pasado 6 de enero. En el caso del delantero, ha superado sus molestias musculares y, salvo sorpresa, será titular junto a Luis Fabiano.

Una delantera de auténtico lujo que tendrá mucho que decir esta noche frente a uno de los equipos más fuertes del continente. En el caso del centrocampista, también formará parte en el once titular, del que en principio desplazaría al brasileño Renato.

Los problemas para el técnico residen en la zaga. Disponible Daniel desde que le fuese retirada su amonestación, la ausencia por sanción de Mosquera abre una serie de posibilidades en el eje de la zaga.

La alineación de Escudé y Drago -ha llegado con molestias- con Adriano de lateral zurdo gana enteros, ya que Fazio ni siquiera pudo entrenarse ayer con sus compañeros al no llegar a tiempo de su cita con la selección en Los Ángeles. Tanto él como Boulahrouz han entrado en la convocatoria, pero esta semana el holandés ha tenido molestias. Por eso, otra opción sería situar a Poulsen en la zaga, algo que ha contemplado Jiménez.

La defensa, por un motivo u otro, sigue siendo el gran quebradero de cabeza esta temporada. Pero no queda otra que arreglarse y estar al nivel de todo equipo que aspira a clasificarse para la Liga de Campeones. Y ello en un Sánchez Pizjuán que estará a reventar y nada menos que ante el Barcelona, cuya última victoria, unida al tropiezo del Real Madrid en Almería, lo ha situado a seis puntos de los merengues.

Por eso, los de Frank Rijkaard saben que esta noche se juegan mucho en esa lucha por dar caza al líder. Perder en Nervión supondría poner en bandeja a su gran rival una peligrosa ocasión para abrir de nuevo brecha en lo más alto.

El Barcelona llega con una larga lista de bajas. Deco y Sylvinho, con molestias, aumentaron ayer su número a nueve, sumándose a Bojan, Eto'o, Touré, Zambrotta, Puyol, Ezquerro y Jorquera. Sí figuran en la lista Márquez y Giovani. Ambos acaban de llegar de Estados Unidos y Rijkaard no decidirá hasta hoy si juegan.

Quienes sí lo harán seguro son Messi, Henry, Abidal, Iniesta y Milito, futbolistas que marcan diferencias y que ya en la Copa -exceptuando al argentino, lesionado- dejaron su sello. Pero la de esta noche debe ser otra historia. Ahora, el Sevilla se presenta con más argumentos, sabe que el tren pasa... y que debe subir a él.

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