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El turismo viaja en alerta naranja

el 16 jul 2012 / 20:33 h.

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Una botella de agua en mano, las cabezas cubiertas con gorras y las prendas empapadas forman parte del uniforme de un turista provisto para el calor sevillano. A las cinco de la tarde, a 41 grados a la sombra, el día invita a buscar un lugar fresco que calme el calor, aunque los visitantes aprovechan cada minuto de sus visitas exprés para conocer la ciudad.

A lo largo del día de hoy las temperaturas volverán a alcanzar los 40 grados a causa de una masa de aire norteafricano que mantiene a la capital hispalense en alerta naranja. Por ello, el Servicio Andaluz de Salud pone a disposición su teléfono 902 505 060 para dar información sobre cómo actuar frente al calor. Sin embargo, desde la Agencia Estatal de Meteorología indican que puede ser que a final de semana los termómetros den un respiro a los sevillanos. La Consejería de Salud aconseja evitar las salidas y actividades durante las horas de más calor.

Quizá por eso, los turistas que a estas horas están en la calle optan por descansar y refrescarse en la Plaza de España. La familia del francés Claudio Madelaine aprovechaba ayer la media tarde para disfrutar con los más pequeños de las barcas con la excusa de poder mojar sus prendas para "pasar mejor el calor". Asimismo, la fuente que corona el centro de la plaza es otro de los lugares favoritos para introducir la cabeza o mojar las prendas para evitar que los golpes de calor sean los protagonistas de la visita.La gran mayoría ya viene preparado de casa y conoce perfectamente las precauciones que hay que tomar ante las altas temperaturas.

No obstante, ni los puntos turísticos ni los hoteles informan a sus clientes sobre cuáles son las horas ideales para disfrutar de los monumentos sevillanos. Un grupo de turistas italianas explica que solo tienen tres días para ver toda la ciudad, por lo que se exponen al calor a "base de agua" y buscan la sombra el mayor tiempo posible. Por la noche aprovecharán para conocer otros lugares.Sin embargo, los extranjeros no son los únicos que visitan la ciudad en pleno verano. La canaria Helen Jiménez obtuvo una oferta turística durante los días de más calor para poder visitar Sevilla con su familia. Aunque conoce que el turismo por la noche sigue vivo, al viajar con niños opta por beber mucho líquido y ponerse prendas frescas para poder disfrutar bajo las altas temperaturas del mediodía.

A la espera de los turistas, los dueños de los coches de caballos aseguran que durante esta época los clientes son escasos pero más exigentes. El cochero José Borja explica que los turistas solo se quieren montar en el coche si tiene toldo. Una medida que muchas veces es inútil puesto que el sol puede darles perfectamente por los laterales del coche que no están cubiertos, asegura.Más allá de los azulejos de la plaza, el parque de María Luisa ofrece una amplia "oferta" de rincones a la sombra, que a las cinco de la tarde están desiertos.

Aunque, según un estudio de la comunidad Qype, este es el tercer parque urbano español preferido por los turistas, solo dos hermanas australianas se esconden entre las plantas del parque para poder "descansar los pies y refrescarse en el lago".El calor no sólo afecta a los cocheros, la dependienta de la empresa de bicicletas turísticas Ciclotour del parque de María Luisa Marifé García insiste en que de tres a seis de la tarde la afluencia de turistas es "mínima". Sin embargo, cuando la tarde empieza a refrescar, los visitantes alquilan sus bicicletas para poder "disfrutar del parque", y de paso evitar la flama del calor gracias al toldo de los vehículos.

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