Economía

El vertido de Grupo México, una «voz de alarma» para la Junta

En agosto se produjo un accidente en una mina en el país mexicano. Las dos empresas que optan a la reapertura están elaborando los proyectos.

el 24 sep 2014 / 11:45 h.

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600_Foto (16176065)Dos son los grupos de empresas que han pasado a la fase final y optan a la explotación de la mina de Aznalcóllar en la que será la reactivación industrial de un proyecto paralizado tras el desastre ecológico provocado por el vertido de los lodos tóxicos como consecuencia de la rotura de la balsa de la empresa sueca Boliden en 1998. Uno de ellos es el formado por Emerita y el banco de inversiones canadiense Forbes & Manhattan, y de otro lado el Grupo México, que puja en el concurso internacional abierto por la Junta de Andalucía de la mano de la firma cordobesa Magtel. Ambos se encuentran actualmente en la fase de elaboración de los proyectos técnicos para la reapertura de la mina sevillana, una documentación al detalle para la que tienen de plazo de presentación hasta mediados de diciembre. En los proyectos se valora, por encima de otros aspectos, el cuidado medioambiental y la protección y restauración del entorno de Aznalcóllar durante la explotación y también cuando la extracción de minerales concluya. Más si cabe tras los antecedentes por el desastre ecológico que supuso el vertido de lodos tóxicos y que afectó al entorno de Doñana. Según adelantó ayer la edición del diario Expansión, Grupo México se ha visto implicado en un vertido en uno de sus complejos mineros en su país de procedencia, por el que 40.000 metros cúbicos de solución ácida de sulfato de cobre han acabado en el río Sonora. Un desastre medioambiental sobre el que le preguntaron ayer al portavoz del Gobierno andaluz, Miguel Ángel Vázquez, quien incidió en que la empresa que vaya a explotar el yacimiento de Aznalcóllar deberá tener todas las garantías medioambientales y, si no, «no será». En la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Gobierno, Vázquez insistió en que la Junta va a poner todos los controles para que no se vuelva a producir un suceso como el de la rotura de la balsa. Respecto a si se complica el camino para Grupo México tras el suceso en su país, señaló que la Junta tiene que valorar el proyecto que se presente, que no se sabe si es exactamente igual al que desarrolla en otra explotación. «Tenemos que trabajar sobre elementos objetivos, pero lógicamente lo sucedido es una voz de alarma». El incidente se produjo el pasado 6 de agosto en una de las minas que explota Buenavista del Cobre, filial de Grupo México, si bien no había trascendido en medios locales hasta ahora. Aunque en un primer momento la empresa apuntó a las fuertes lluvias como desencadenante del vertido, con posterioridad las autoridades han advertido de un fallo en la construcción de una tubería que, según la compañía, había subcontratado a otra empresa. Grupo México no atraviesa un buen momento porque, a pesar de haber desembolsado las primeras cantidades para afrontar el desastre y otros medios y recursos, las autoridades locales le han acusado de protagonizar un segundo vertido que la compañía niega. Este periódico intentó ayer contactar sin éxito con Grupo México para recabar su testimonio y también la valoración de la andaluza Magtel, aunque tampoco fue posible. Fuentes de la Consejería de Economía e Innovación quisieron desligar el vertido acaecido en en el proyecto de México del concurso abierto en Andalucía y se limitaron a apuntar que las dos empresas candidatas tienen hasta diciembre para detallar sus proyectos definitivos para Aznalcóllar –momento a partir del cual serán analizadas ambas ofertas– y apuntaron que las bases del concurso ya recogen todas las medidas posibles para garantizar la seguridad y protección medioambiental del entorno de la mina sevillana. Recordaron, además, que Nyrstar, la tercera interesada en Aznalcóllar, desistió al considerar excesivamente celosas las medidas de protección ambientales.

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