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El vertido tóxico de Aznalcóllar fue 1.000 veces mayor que el del Prestige

El vertido tóxico de Aznalcóllar, del que el 25 de abril se cumplirán 10 años, es el mayor desastre ecológico vivido en España. La balsa de la mina de Boliden vertió 1.000 veces más contaminantes que el barco hundido Prestige. Derramó al río Guadiamar seis millones de toneladas de lodos tóxicos.

el 15 sep 2009 / 00:27 h.

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El vertido tóxico de Aznalcóllar, del que el 25 de abril se cumplirán 10 años, es el mayor desastre ecológico vivido en España. La balsa de la mina de Boliden vertió 1.000 veces más contaminantes que el barco hundido Prestige. Derramó al río Guadiamar seis millones de toneladas de lodos tóxicos y el petrolero dejó escapar al mar 63.000 toneladas de fuel.

Estos datos quedan reflejados en un reciente estudio del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) que trascendió ayer. Los dos sucesos están considerados los episodios más graves ocurridos contra el medio ambiente en la historia del país. El primero de ellos se produjo el 25 de abril de 1998 en la provincia de Sevilla al romperse la balsa de contención de la mina, y el otro el 13 de noviembre de 2002 cerca del Cabo de Finisterre, en Galicia, cuando un petrolero averiado vertió al mar casi toda su carga. Los dos sucesos supusieron una catástrofe ecológica, social y económica y ambos pudieron haberse evitado, según recuerda la Estación Biológica de Doñana (EBD).

Las similitudes son muchas, pero las cifras que arrojaron uno y otro son bien distintas. Mientras que la balsa dejó escapar la friolera cifra de 6.000.000 de toneladas de aguas ácidas, el Prestige vació casi completamente sus tanques en el mar mientras iba a la deriva y una vez hundido, con un total de 63.000 toneladas.

La respuesta a por qué el caso del Prestige está generalmente considerado más grave en la memoria colectiva de la población se halla en varios aspectos. El primero de ellos, en la participación social en su limpieza: hasta el lugar acudieron 100.000 voluntarios desde todos los lugares del país y los territorios vecinos.

El segundo, en la amplia dispersión que alcanzaron los contaminantes, dado que la marea negra afectó a más de 600 kilómetros de costa. En el caso de Aznalcóllar, las aguas ácidas fueron contenidas a los 40 kilómetros de su punto de origen, y no participó el voluntariado, es decir, fue la Junta de Andalucía y los científicos los encargados exclusivamente de la limpieza.

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