Menú
Cultura

El vinilo no ha vuelto. Simplemente nunca se fue

A pesar de la crisis en la que está inmersa la industria musical, el disco de vinilo ha visto repuntada su cotización y se sitúa como un valor en alza por el que vuelven a apostar las tiendas de música y las discográficas. Pero hubo un reducto de apasionados melómanos y coleccionistas que nunca dudaron del valor de este soporte.

el 26 abr 2010 / 15:00 h.

Dentro del actual boom por lo digital que afecta especialmente en los sectores del ocio y la cultura (fotografía, TDT, cine 3D...) existe una pequeña isla en el vulnerable archipiélago del analogismo que se resiste a ser sepultada bajo esta imparable ola digital.

Se trata del vinilo. Y no nos referimos a esos motivos adhesivos que se utilizan para decorar las paredes y que tan de moda están, (al poner "vinilo" en Google la mayoría de los resultados aluden a estos objetos de decoración) sino a los discos de vinilo, ese formato que supuso el origen de la democratización de la música grabada (antes de su existencia sólo se podía disfrutar de la música en directo) y que tras los envites sufridos para ser desplazado del mercado por otros soportes como las cintas de cassette, los CD's o la definitiva irrupción del MP3, ha permanecido atrincherado en el corazón y las preferencias de un número escaso pero increíblemente fiel de consumidores de música.

Pero que incluso en Google resulte difícil encontrar referencias al vinilo no es algo que deba extrañar. La era del vinilo hace décadas que pasó a mejor vida y aunque ahora amenace con volver, sobre todo a las grandes superficies que le han devuelto parte de su protagonismo perdido entre sus estanterías y escaparates, parece vivir un repunte un tanto engañoso.

Y es que a pesar del incremento en los últimos años de las ventas de vinilos, con incrementos de hasta un 200% como el del pasado 2008 (lo cual choca ante la caída de las ventas del CD de un 35% en ese mismo año) no deja de ser significativo el hecho de que apenas se vendieran en España unos 100.000 vinilos en el mercado oficial, lo que apenas supuso un 0'1% de las ventas totales de la industria.

Muchos han querido ver en estos datos un resurgimiento del boom de lo analógico, para muchos no ha sido más que una cuestión puntual motivada por el tirón de las recientes reediciones lanzadas por las multinacionales en un intento por salvar el mercado de la música.

"La música no está en crisis"

En este sentido se pronuncia Miguel Ángel Campos "Goyo", batería del grupo sevillano Los bombones  y dependiente de una de las tiendas más pop de nuestra ciudad Latimore, especializada en la compra-venta de material en vinilo de segunda mano la música asegura que la música no esta pasando por malos momentos y afirma que "lo que está en crisis es el formato, pero ahora existe más música que nunca, es cuando más discos hay, aunque paradójicamente es cuando menos se vende."

No obstante, debido a su carácter minoritario el vinilo se resiste a desaparecer y aquí reside tanto parte de su encanto como su tremendo éxito, difícilmente cuantificable. Y es que existe otro mercado, menos visible pero mucho más relevante que el oficial, en torno al vinilo. Se trata de un mercado independiente de compra-venta de material de segunda mano de marcado carácter elitista y underground ajeno a cánones digitales o posibles subidas de IVA.

En este sentido, Goyo apunta que la crisis no afecta especialmente al mercado del vinilo,  y aunque parte del éxito de su tienda se deba a la venta de un merchandising muy particular, asegura que los fans y los apasionados de la música nunca han dado la espalda al vinilo y posiblemente nunca lo harán. "Existen coleccionistas que tienen entre 10.000 y 12.000 discos, y la afición les va en aumento gracias a la facilidad de encontrar material en ferias o de adquirirlos a través de internet en paises de mayor tradición como Holanda, EE.UU ó Inglaterra"

"Goyo"desde su privilegiada visión dentro del mundillo apunta a que la magia y el secreto del vinilo reside en "el valor intrínseco del objeto, capaz de revalorizarse con el tiempo". Y eso sólo en cuestiones sentimentales. A nivel práctico, el carácter diferenciador del vinilo respecto de otros soportes lo establece su innegable calidad de sonido.

También lo apunta en este sentido Luis M., dependiente que amablemente lleva atendiendo en la casa de discos decana de nuestra ciudad, Record Sevilla la friolera de quince años, en cuya opinión un "vinilo aporta mucha más información que un CD, donde la música suena muy lineal, fría y enlatada, mientras que en un vinilo se pueden apreciar los detalles de la producción e incluso del estudio y las condiciones de grabación".

Esta forma de disfrutar de la música, reservada para oídos finos y bolsillos privilegiados, pues la posibilidad de explotar al máximo las posibilidades sonoros que ofrece el vinilo depende de un buen equipo de reproducción, que entre sistemas de lectura (aguja y plato) y amplificación (gramófono) pueden llegar a alcanzar precios desde 100 o 200 euros de los más básicos hasta los 6.000 euros para los nuevos modelos, avanzados en tecnología y de marcado carácter profesional.

Y es que una parte importante de este minoritario grupo de incondicionales del vinilo son los propios profesionales de la música. Los Dj's, pese a los nuevos tiempos, nunca han perdido su costumbre, la que les dio nombre y siguen "pinchando discos" de vinilo en salas de baile o fiestas privadas haciendo gala de modernos sistemas digitales de lectura y reproducción de vinilos y pasenado con orgullo sus maletines repleto de estas joyas.

El propio Luis comenta como algunos conocidos dj's del Hip-Hop sevillano frecuentan su tienda para hacerse con material exclusivo del rock y el jazz de décadas pasadas con los que "samplear" sus temas y poner base musical para sus letras y relata como "un miembro de SFDK es cliente habitual" en Sevilla Record.

El orgásmico disfrute de escuchar un vinilo

Pero también se dan casos en los que jóvenes se lanzan a conocer el vinilo y sus características, y por supuesto los nostálgicos. Los que aman la música hasta el punto de disfrutarla a través de una relación física. Y no sean mal pensados. Las posiblidades del disfrute con los vinilos puede ir más allá de lo auditivo, pero no tanto como están imaginando. Y es que hay sibaritas que gustan de disfrutar de su pasión por la música en todos los sentidos. Al margen de lo sonoro, hay quien se recrea con el ceremonial previo que es extraer de su funda el disco, apresar con suavidad sus curvas, limpiarlo con mimo, colocarlo sobre el plato y posar sobre sus surcos, delicadamente, la aguja del gramófono.

Y en cuanto a lo visual, el placer también es considerable, pues las portadas e incluso el contenido que aportan las letras de las canciones o las fotografías de la contraportada se disfrutan enormemente en impresiones de gran tamaño. Y esto una vez adquirido, porque como lamenta el propio Luis, debido al mercadeo ilegal de música a través de internet se está perdiendo en cierto modo el valor e incluso el respeto hacia un bien fundamental, un arte como la música y en este sentido comenta que "existe toda una generación que no le tiene apego a la música" mientras que "antes al saber que iba a salir un disco nos pasábamos un mes ahorrando para comprarlo y ahora se pueden descargar discografías completas en una tarde".

Y si pese a estos argumentos usted aún duda del valor que tienen esos antiguos discos que en sus estanterías no hacen más que ocupar espacio, y que les están haciendo perder tiempo en quitarles el polvo, y posiblemente dinero (quien sabe si ese antiguo disco de los Smash, o de El último de la Fila que hace lustros que no escucha alcanzaría un interesante precio en un mercadillo) tiene la impagable (aunque gratuita) ocasión de pasarse mañana martes 27 de Abril a las 20:00 por el centro comercial FNAC, en que tendrá lugar una mesa redonda que bajo el título "El vinilo, otra forma de entender la música" reunirá a músicos, productores y periodistas en un debate sobre la actual situación de este romántico formato.

... Fin de la Cara A ...

  • 1