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La tarjeta para lo que no tiene precio

Día Nacional de los Donantes de Órganos y Tejidos. Familiares que dieron su consentimiento al trasplante y espacios de difusión reciben un premio.

el 04 jun 2014 / 14:10 h.

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Facultativos del equipo de trasplantes y responsables de las asociaciones de pacientes completaron ayer un grafiti de Sergio Cruz y Bisho en homanaje a los donantes en el hospital Virgen del Rocío. / Carlos Hernández Facultativos del equipo de trasplantes y responsables de las asociaciones de pacientes completaron ayer un grafiti de Sergio Cruz y Bisho en homanaje a los donantes en el hospital Virgen del Rocío. / Carlos Hernández Pese al eslogan de una conocida entidad crediticia, existe una tarjeta que no sirve para todo lo demás que se compra con dinero y sí precisamente para aquello que no tiene precio:la vida. Es la tarjeta de donante, que si bien solo expresa simbólicamente una voluntad –ya que salvo que exista un registro de voluntades vitales la familia debe dar la autorización definitiva– es, para pacientes trasplantados como Francisco Garrido, «más valiosa que la de cualquier caja de ahorros». Y es que, aunque todos coinciden en que se acuerdan cada día desde que se levantan hasta que se acuestan de quien les dio la vida y no hallan forma de agradecérselo más que disfrutando cada minuto por ellos, las asociaciones de trasplantados celebraron ayer el Día Nacional de los Donantes premiando a algunos de esos héroes anónimos que un día, en el momento más dramático de sus vidas como es la pérdida de un ser querido, dijeron sí o quienes se dedican ahora a sensibilizar a la sociedad para que nadie se quede en el camino en una lista de espera porque, como señala Auxi Domínguez, «todos debemos ser donantes porque todos podemos necesitar un día un órgano» Prueba de ello es Ana Coronil, coordinadora de enfermera de trasplantes en el Virgen Macarena desde el inicio de esta unidad, en 1993, y trasplantada ella misma. Junto con su exjefe médico Emilio Álvarez y su actual superiora Sonia Ibáñez, recogieron el premio de coordinador honorífico concedido por la coordinación de trasplantes de Sevilla. También otorgó dos menciones especiales al periodista de la Cadena Ser Salomón Hachuel por su labor divulgadora de la donación y la Unidad de Cuidados Críticos y Urgencias del Hospital General, por su apoyo a la donación en asistolia . Ésta, procedente de fallecidos por parada en casa o en la calle a los que el 061 no logra reanimar pero que «en vez de taparlos con una manta y esperar al juez son trasladados al hospital para mantener los órganos con vistas al trasplante», es la fórmula que está creciendo frente al descenso de las donaciones por muerte encefálica debido a que cada vez hay menos accidentes de tráfico y más control de las enfermedades cardiovasculares. El Virgen del Rocío es el hospital de referencia para Sevilla y Huelva para la implantación de los órganos y en lo que va de año se han hecho 71: 37 de riñón (ocho de ellos de donantes vivos y en dos casos infantiles), 25 de hígado y 9 de corazón, según los datos facilitados por la coordinadora sectorial, Teresa Aldabó. La extracción sí se hace en el resto de hospitales y en lo que va de año ha habido 23 donantes (sus órganos van al paciente del país que más lo necesite), con una media de 2,4 órganos utilizados por cada uno. En Andalucía, la donación de órganos creció este año un 3%, una tendencia que según reconoció Aldabó no ha seguido Sevilla porque, a su juicio, queda por desarrollar mejor la forma de trabajar la donación en asistoria. Igualmente, aunque en los últimos tres años la negativa de las familias a donar los órganos de sus seres fallecidos ha bajado de un 20 a un 16 por ciento, Aldabó alertó de la necesidad de seguir insistiendo en la concienciación ya que se prevé este año un ligero repunte «no por el Virgen del Rocío sino por la zona del distrito sur». Con todo, el que durante 15 años fuera coordinador de trasplantes del Virgen Macarena Emilio Álvarez destacó el gran avance logrado. «Cuando empecé como residente en la UCI la noticia era que un familia o un juez dijera que sí a una donación de órganos, ahora la noticia es todo lo contrario y hemos cambiado de siglo pero lo que ha pasado es una generación». En el acto, la Asociación de Trasplantados Renales Alcer Giralda, de las más antiguas de Sevilla, entregó su premio José Félix Verdugo Galán al programa de Canal Sur La Báscula por promover hábitos saludables y difundir la donación; la Asociación de Trasplantados de Corazón distinguió a la periodista Susana Herrera, una madre que donó los órganos de su pequeño «ángel» fallecido tempranamente y que permitió vivir a tres niñas «y no hizo falta que nadie le preguntara nada, fue ella la que preguntó si servían»; la Asociación Andaluza de Fibrosis Quística otorgó su reconocimiento al padre de un niño con esta enfermedad pulmonar congénita, Juan Garrido, que ha difundido la donación a través de eventos deportivos; un instrumento que también ha usado Eduardo Rangel, distinguido por la Asociación de Trasplantados Hepáticos, cuya madre «no llegó» y se quedó esperando en una lista. «Se me quedó grabado cuando el médico me dijo que no había órganos para todos y debían priorizar a los pacientes con más posibilidades de éxito», explicó, por lo que decidió hacer algo para multiplicar el número de donantes iniciando el año pasado una carrera de Jerez a Córdoba como reto para lograr mil donantes que fueron 4.500 y que este año ha superado con ocho maratones en cuatro días (uno por provincia) para lograr 10.000. Además, las cuatro asociaciones en conjunto premiaron al programa de Canal Sur Madres, por recoger testimonios como el de la propia Susana Herrera, que todos reconocieron como uno de los más impactantes por la generosidad que supone donar los órganos cuando se acaba de perder a un hijo tan pequeño. Ella defendió que «cuando tu sufrimiento se convierte en esperanza no es de agradecer. Si en el peor momento de nuestras vidas decimos sí a la donación, nos hacemos un favor a nosotros mismos», pero para quienes dependen de su sí, son héroes. Como el padre que más marcó a Emilio Álvarez en sus 15 años de trayectoria profesional, al que tuvo que pedir que donara los órganos de su hijo al día siguiente de que muriera su mujer en el mismo accidente que éste. «Tú qué, que no has querido quedarte conmigo y has preferido irte con ella», le dijo, antes de dar un consentimiento que no hay tarjeta con fondo suficiente para pagar.

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