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El virus que mató al sida

Ni las temidas infecciones oportunistas ni los problemas cardiovasculares derivados de la medicación... La primera causa de muerte entre los seropositivos es la hepatitis C. El que el virus del sida y el de la hepatitis hayan compartido jeringuilla durante los 80 ha sido determinante.

el 15 sep 2009 / 00:43 h.

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Ni las temidas infecciones oportunistas ni los problemas cardiovasculares derivados de la medicación... La primera causa de muerte entre los seropositivos es la hepatitis C. El que el virus del sida y el de la hepatitis hayan compartido jeringuilla durante los 80 ha sido determinante. La sombra de la droga se alarga hasta hoy.

Concretamente, hace peligrar la salud de los 80.000 españoles coinfectados al mismo tiempo por el virus del sida y el de la hepatitis C. "Una persona con VIH tiene más posibilidades de fallecer por una complicación derivada del virus C de la hepatitis (VHC) ya que sólo entre el 30 y el 50% de estos pacientes se curan tratando la hepatitis", precisó el doctor José María Gatell, coordinador del XIV Simposio Sitges celebrado el pasado fin de semana en Barcelona con el patrocinio de los laboratorios Roche.

Y es que tal y como reconoció el doctor Santiago Moreno, moderador del bloque de coinfección de las jornadas, "los antirretrovirales ya han tocado techo". Lo que traducido a números significa que los 25 fármacos contra el VIH que se han ido aprobando desde que en 1981 se detectara el virus son tan eficaces que han hecho del sida una enfermedad crónica. Tanto, que la esperanza de vida de estos enfermos es similar a la de la población general si cumplen con el tratamiento recomendado.

"Tenemos suficientes datos para individualizar el tratamiento para hacer de él un traje a medida de cada paciente. Ya somos incluso capaces de optimizarlo: no damos ni más dosis ni durante más tiempo de lo que se necesita", explicó luego el doctor Gatell. Es más, la combinación de distintos medicamentos permiten restaurar las defensas de hasta el 80% de las personas seropositivas. También ha mejorado su calidad de vida "hasta el punto de que en algunos casos su confort depende más del nivel de ingresos que del VIH. Porque si los pacientes están controlados, son personas activas laboralmente y pueden tener hijos", añade el facultativo.

Pese a ello, estos medicamentos ven invalidada su potencia cuando la persona está, además, infectada por la hepatitis C. De ahí que el legado de la movida madrileña, el de las drogas inyectables, haya convertido a esta enfermedad inflamatoria del hígado en la primera causa de muerte entre los españoles seropositivos. Y por ello, haya protagonizado el lema del simposium, que este año va Por un mundo sin VIH y sin VIH.

En ello influye, sin duda, que los tratamientos actuales para la hepatitis C apenas curen a entre el 30 y el 50% de los pacientes. "Entre otros motivos, esto es así porque fácilmente interaccionan con los medicamentos antisida y ocasionan una serie de complicaciones", apostilló la doctora Cristina Tural, de la unidad VIH del Hospital Germans Trias y Pujol de Badalona.

Eso sí, no se trata de campo de acción todavía virgen. El principal fármaco utilizado contra la hepatitis C (el interferón pegilado, comercializado por Roche como Pegasys), ya es mejor tolerado por los pacientes. Y diversos estudios científicos han permitido conocer cómo se comporta este virus en las 12 primeras semanas de infección, "lo que permite que determinados enfermos interrumpan el tratamiento si se comprueba durante este periodo que posee escasas posibilidades de curación. De este modo, se evitan los efectos secundarios innecesarios y se puede elevar el número de pacientes bien tratados de hepatitis", arguyó la doctora Tural. Además, ya se ha demostrado que se multiplica la efectividad cuando se administra junto a otro fármaco, la ribavirina, si se emplean dosis máxima desde el principio de la terapia.

Frente a todo ello, Gatell lanzó una serie de recomendaciones. La primera: no compartir jeringuillas y utilizar siempre preservativo en las relaciones sexuales. La segunda: "ante una práctica de riesgo, consulte con su médico para hacerse el test del VIH. Y si resulta positivo, no espere a sufrir complicaciones para ir al hospital porque cuando antes se trate la infección, más fácil es controlarla".

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