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El Zaragoza se toma la visita bética como la finalísima del año

Si el partido de La Romareda es importante para el Betis, qué no pensará el Zaragoza, que construyó un equipo para alcanzar la Champions y ahora se ve con los mismos puntos que el descenso. Por eso y por más, el club maño ha empezado a tomar medidas como si fuese el último encuentro de su historia. (foto: EFE)

el 15 sep 2009 / 02:36 h.

Si el partido de La Romareda es importante para el Betis, qué no pensará el Zaragoza, que construyó un equipo para alcanzar la Champions y ahora se ve con los mismos puntos que el descenso. Por eso y por más, el club maño ha empezado a tomar medidas como si fuese el último encuentro de su historia.

El Betis viene de vencer hace dos domingos en el Reyno de Navarra, así que los futbolistas no son novatos en ambientes adversos, pero lo que les espera dentro de cuatro días en La Romareda también se prevé complicado.

El Zaragoza, ahogado por una crisis deportiva que lo ha hundido en la decimoséptima plaza, se plantea el choque como la primera final -y por tanto la más importante- en pos de la permanencia. Su primera medida ha sido abaratar las entradas para buscar el lleno. La segunda, dejarse caer por la Federación y pedir explicaciones por los arbitrajes que viene padeciendo últimamente. Y mientras tanto, el capitán de la plantilla habla de un partido "de vida o muerte".

Empezando por el principio, el Zaragoza anunció ayer que sus socios dispondrán de una entrada al módico precio de cinco euros para un acompañante. También se venderán localidades a este mismo precio para los aficionados que se presenten en las taquillas con el carnet de estudiante o el carnet joven.

Una vez orientado el factor público, el club aragonés se fajó en otro frente, el federativo. El perjuicio que el equipo sufrió en Valladolid (gol legal anulado a Sergio García y fuera de juego en el tanto de la derrota, entre otros errores) ha acabado de exasperar a la cúpula zaragocista, que por medio de su presidente, Eduardo Bandrés, ya se ha puesto a ello.

El mandamás maño, miembro de la junta directiva de la Federación, tenía previsto hablar ayer mismo con Ángel María Villar y Vitoriano Sánchez Arminio, el máximo responsable de los árbitros. No es la primera vez que el Zaragoza protesta, pero en esta ocasión ha preferido hacerlo cara a cara, sin darle resonancia mediática. Que le cunda está por ver.

A todo esto, Zapater resumió ayer la actitud del vestuario con contundencia. "El partido con el Betis es una final y no podemos pensar en otra cosa. La situación es crítica y hay que ganar como sea para ir hacia arriba. Entendemos que la afición esté cabreada, pero el domingo debe haber un ambiente de final de Copa del Rey y de apoyo total.

Después ya habrá tiempo para recriminaciones. Yo vivo el día a día y ahora mismo el partido ante el Betis es el más importante de mi carrera. Este encuentro es vital para mi futuro, para mi familia y para todo Zaragoza, es un partido de vida o muerte y hay que ganarlo como sea", dijo el capitán.

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