Achille Emana, en un entrenamiento.
Una vuelta se cumple ya desde que Achille Emana no acertó a rematar una asistencia de Rubén Castro y, en vez de marcar, saldó la jugada con un fuerte esguince de tobillo. Una vuelta se cumple desde aquel lance en Balaídos y desde entonces no ha vuelto a ser el mismo. Buena parte de la culpa es precisamente de aquel traspié, que lo tuvo dos jornadas de baja. El tobillo nunca ha llegado a recuperarse al cien por cien y la fisura que sufrió en el mismo pie en Getafe, en la Copa, tampoco le ayudó. Pero si de algo se resiente el africano es de aquel primer esguince en el campo del Celta. Una vuelta después, Emana vuelve a quejarse de esa zona y ayer trató el asunto con el médico y el entrenador. El objetivo, decidir si continúa jugando o descansa para ser sometido a un tratamiento más agresivo. Y la conclusión fue la prevista: seguirá entrenándose y jugando."Para mitigar las molestias definitivamente habría que darle un tratamiento más agresivo. Lo haríamos sólo si viésemos síntomas más alarmantes, ahora la patología está controlada", explicó luego el doctor Tomás Calero, que está pendiente del futbolista semana a semana. "Esto es una carrera de larga distancia por etapas, y la primera es el domingo contra el Celta. Después volveremos a ver cómo responde el tobillo", dijo. La reunión de ayer se debió a que Emana salió más dolorido que de costumbre del choque del Teresa Rivero, pero el entreno fue muy exigente y el internacional lo completó sin problemas.
Pepe Mel también dio su opinión. "Cuando un futbolista sale, es porque todos estamos de acuerdo en que puede hacerlo. Sabemos que no acaba de recuperarse, pero también hemos entendido que tenía que tirar para delante. Y él quiere jugar. La decisión final es suya y mía", dijo.
BELENGUER, OK. La otra buena noticia de la sesión tuvo como protagonista a Belenguer, que trabajó sin aparentes problemas después de superar la contusión que sufrió en Vallecas, con afección a un nervio dorsal incluida. "Es encomiable porque siempre está dispuesto a todo, tira para delante y nos facilita mucho el trabajo. Él tiene experiencia y sabe hasta dónde puede llegar", ensalzó Calero.
También continúa con el grupo Momo, que está "muy contento" aunque no obtendrá el alta hasta la próxima semana. "Empieza a sentirse futbolista de nuevo, pero sabe que después de tener el alta deberá trabajar por la mañana y por la tarde durante un mes más", advirtió el médico. El canario, en todo caso, estará en disposición de ser convocado para la visita al Xerez.
