Economía

«En dos años, nuestro pescado irá en avión a los mercados europeos»

Es el que más pescado vende en Mercasevilla. El gerente de la compañía mayorista Herme Ortiz se fue con 26 años a Marruecos para exportar a España y ya tiene más de 300 empleados. (Foto: Juazam).

el 15 sep 2009 / 04:57 h.

Es el que más pescado vende en Mercasevilla. El gerente de la compañía mayorista Herme Ortiz se fue con 26 años a Marruecos para exportar a España y ya tiene más de 300 empleados. Sus esfuerzos se centran ahora en la nueva planta que abrirá en Barbate.

-¿Cuándo arranca la historia de Herme Ortiz?

-Fue una apuesta personal que inicié en 1988. Hasta entonces, había trabajado con mi padre en su bar-restaurante, pero con 26 años decidí probar fortuna por mi cuenta. Con esa edad me fui a Marruecos y observé la oportunidad de negocio de exportar pescado fresco desde allí hasta España. Empecé con una furgoneta y ahora cuento con otra empresa, además de la marroquí, importadora y comercializadora, en Sevilla. En aquellos momentos no pensaba que el negocio iba a tomar la dimensión que tiene hoy.

-¿Cómo se consolidó su crecimiento?

-Monté la empresa exportadora en Marruecos, Gildo Maroc, y posteriormente otra, Mercafish. En ese país tenemos una planta de 5.000 metros cuadrados donde trabajan 230 personas, en la ciudad de Safi, y que se dedica a manipular y clasificar el producto. En Sevilla, abrimos Herme Ortiz, con unas instalaciones de 2.000 metros cuadrados, desde donde comercializamos pescado fresco. Ahora tenemos presencia en los principales centros mayoristas del país, como Mercasevilla, Mercamadrid, Mercavalencia o Mercaalgeciras. También estamos en el merca de Lisboa en Portugal. Actualmente facturamos 20 millones de euros.

-¿Exportan pescado fresco a otros países?

-En estos momentos llevamos nuestros productos a Italia, Croacia, Francia y Eslovenia. En España, vendemos cantidades importantes a mayoristas de Barcelona y Mallorca, entre otros.

-¿Qué tipo de pescado es el que trabajan?

-Pescado blanco, entre los que se encuentran besugos, lenguados, meros, acedías, calamares, rapes o rodaballos. Tenemos un volumen semanal de venta de 140 toneladas. Somos el primer importador de pescado fresco de Marruecos. También compramos pescado a puertos andaluces, como los de Conil o Barbate. En realidad, la empresa donde ha cogido fuerza es en España, donde tenemos 120 trabajadores.

-¿Cuáles son sus proyectos más inmediatos?

-Estamos centrando nuestros esfuerzos en la puesta en marcha de una nueva planta en Barbate, que esperamos que esté funcionando en cinco meses. Ésta se dedicará a la transformación de pescado y en ella trabajaremos con envases de última generación. Los productos irán dirigidos fundamentalmente a la restauración y al catering. Ha supuesto una inversión de 10 millones de euros.

-¿Qué esperan conseguir con esta nueva instalación?

-Perseguimos diversificar nuestra gama de productos y tener un abanico abierto de cara a Europa para llegar a nuevos mercados y también a los que ya tenemos presencia. Con esta planta, de 11.000 metros cuadrados, nuestra plantilla se verá incrementada en un 40%. Lo que pretendemos es facilitar el trabajo a los restaurantes y servicios de catering a partir del fileteado del pescado. Les ayudamos a que tengan una mayor variedad en el menú. En la nueva planta trabajaremos también algo de pescado azul.

-¿Cómo vive como empresario esta nueva apuesta?

-Estoy muy ilusionado, igual que cuando empecé con la furgoneta. Hasta ahora, todo me ha salido bien, aunque es un riesgo. Esperamos crecer gracias a esa apuesta hasta un 50% a partir de 2009.

-¿Por qué su empresa, a pesar de la dimensión que tiene, es tan desconocida en Sevilla?

-En el mundo del pescado fresco sí que nos conocen, por el volumen de ventas que tenemos. Somos los que más pescado facturamos en Mercasevilla, por ejemplo. El producto no necesita de publicidad para venderse y tampoco hemos apostado en ese sentido.

-¿Se ha notado la desaceleración en el sector?

-Sí que se nota. De hecho, el precio del pescado ha bajado en los mercas, porque también lo ha hecho en origen. A la empresa en particular no le ha afectado mucho, ya que nos surtimos a nosotros mismos y tenemos nuestra propia flota de camiones y contratos cerrados con los barcos, con hasta el 70% de la flota marroquí. En ese país cubrimos desde la frontera de Mauritania hasta Tánger con compradores cualificados en las lonjas. La gente sigue comiendo pescado a pesar de la desaceleración.

-¿Tienen pensado realizar nuevas inversiones después de la apuesta barbateña?

-Queremos afrontar el traslado de pescado en avión, con cargueros propios en dos años. Con ellos, pretendemos llegar a distintos mercados de la UE. En principio, desechamos EEUU porque es complicado por cuestiones burocráticas y por la caída del dólar, que no facilita las exportaciones.

-¿Cómo valora el acuerdo de pesca de España con Marruecos?

-Los barcos barbateños no están logrando los objetivos que tenían en Marruecos. No están generando el beneficio que esperaban, a pesar de que tenían muchas esperanzas puestas en el acuerdo. Por ahora no es rentable para ellos.

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